9 de septiembre de 2008

LA VULGARIDAD

Ni siquiera lascivo, ni siquiera pornográfico: vulgar. Ni siquiera mediocre, ni siquiera malogrado: vulgar. Ni siquiera el intento, ni tan solo por las dudas: vulgar.

Monumento a la estupidez incuestionada, la vulgaridad dice solo eso: un chiste de mal gusto en un velorio; perdón, luego de apoyarse una mina en el colectivo; perro vulgar, tras rajarse un pedo que no admite disimulo.

Vulgaridad: mutación popular que orondos legamos al futuro, avances del próximo capítulo.

2 de septiembre de 2008

ÁNGELES ¿= o ≠ DEMONIOS?

Diego Zerba


Cuenta el relato que los demonios dejaron de ser ángeles al ser arrojado del paraíso por amotinarse contra Dios. Un modo de rebelión celeste sería disputarle al hacedor la permanente presencia junto al hombre, con lo cual nuestro custodio más fiel sería el demonio de la guarda. ¿Qué les toca –entonces- a los ángeles fieles al plan divino? Abandonarnos a nuestra suerte cuando confundimos su presencia con la del mismísimo creador. ¿No habrá sido el error de Noé que necesitó olvidarlo con un diluvio de vino y soledad?


16 de agosto de 2008

FILOSOFÍA BARATA

Diego Zerba

Heidegger pregunta porque hay ser y no más bien nada. Molesta pregunta para los que acumulan chucherías, temiendo la infección de nada que inunda nuestro ser y nos lleva o nos ahoga. Un buen nadador, como Charly García (¡si, como Charly García!), es conducido por sus suaves manos a una pileta casi vacía comenzando el 2000. Los chucheriadores -en cambio- pequeñospoderosos que acopian tenernada, la amarrocan para concluir sus miserables vidas en un vomito, sin la salvación o el bálsamo de la respiración boca a boca.

Cuando el mundo tira para abajo… es mejor no estar atado a nada…♫♫

7 de agosto de 2008

EL DÍA DEL ARQUERO

Diego Zerba

Marcela López Tonttetti es una chica “de la política”, que nunca tuvo suerte a la hora de “atajar el ramo”. Por sus encuentros furtivos con el máximo dirigente del fútbol de Camerún, alcanza su “primera vez” en cargos importantes (esas cosas de la globalización). Un buen día la afición futbolística de nuestro país, amanece con la noticia que se intervino el máximo organismo del fútbol local. Su interventora no es ni más ni menos que la Dra. Marcela López Tonttetti. Absoluta desconocedora del deporte del balompié, comienza por preguntarle a su hijo que se ganaba la vida con el rebusque de la escuelita de fútbol “Los repollitos”. En principio le alerta que los pases de mayor fuste económico corresponden a delanteros. Ella que, ni lerda, ni perezosa, ya había estrenado colágeno en los labios y siliconas en el busto, se puso furiosa: “¡no entiendo un pomo de delantera, ni de defensa –gritaba- lo único que conozco son las internas!” Así es como -quizás por sus infortunios a la hora de los “penales nupciales”- pergeña la siguiente estrategia: “Tenemos que crear una campaña contra los arqueros diciendo que no trabajan, que son unos vagos; mientras los otros 10 corren los noventa minutos toda la cancha, ellos toman sol apoyados en un poste. ¡Son unos parásitos, terminemos con esos… ‘guardametas’! ¡je, je!” Mientras que su hijo azorado se aleja, ella convoca como asesores a los muchachos que se reúnen en la Pizzería Atenas después de las 19 horas, con gran experiencia en arreglar el mundo, comenzando por el fútbol.

En principio promueve una ley para que se les aumente los impuestos, y compensar la diferencia de esfuerzo con respecto a sus compañeros. Así comienza la campaña con centenares de conferencias de prensa, seminarios de discusión, actos, encuentros espirituales, etc., etc. Algunos jugadores del 2 al 11 empezaron a reclamar que los arqueros ganen menos, pero la mayoría de ellos, junto a los hinchas, estaban inmersos en la perplejidad. Un caso difícil era el de los defensores, que tenían temor a que después les tocara el turno a ellos. De esa manera el fútbol gana el mayor espacio en los medios, seguido por las noticias policiales, que también habían cobrado fuerza con el misterioso asesinato del director de la escuelita de fútbol “Los repollitos”. Por otra parte algunos de los jugadores que ingresaron a la cruzada contra los arqueros, en vez de hacer goles la emprendían contra los guardametas, terminando los encuentros en bataholas generalizadas. Mientras tanto se abría una gran cadena de institutos de fútbol, donde se enseñaba a jugar “sin los haraganes porteros” (creándose un conflicto por discriminación con los encargados de edificios).

El segundo paso fue modificar el reglamento y eliminar el controvertido puesto de arquero. De esa forma Marcela mostraba como un éxito de su gestión, la cantidad de goles que se hacía en cada partido. El problema se generaba cuando había que jugar en el exterior. El director técnico de la selección –por estrictas órdenes- puso a un goleador como número 1 y lo mandó al área rival. Todo lo que siguió fue demasiado fuerte para incluir en este relato.

Esta narración no avizora una conclusión, y sabemos por la película que cuando una historia no tiene fin se transforma en pesadilla. Por nuestra parte hemos conformado un colectivo de enamorados del fútbol, y le dimos la presidencia honoraria al Negro Fontanarrosa. Sólo pudimos rescatar de las hogueras unas pocas fotos de Hugo Gatti, Amadeo Carrizo, Lev Yasim, Antonio Roma, y otros inolvidables números 1, para decorar de historia nuestra sede.

Queridas y queridos hinchas: están invitados a sumarse.

5 de agosto de 2008

COMPACTO BOMBAS NUCLEARES: Tzar Bomb

Un día allá por 1959, plena guerra fría, un Grupo de Científicos Rusos a pedido de los Camaradas del Partido empezaron a diseñar la Tzar Bomba, nombre que vendría a significar "El Emperador de Todas las Bombas".



Un Grupo de Cientificos Rusos trabajando en su proyecto de ciencias

Así se llamaba el proyecto, enfatizando que no querían una bombita cualquiera sino una que reflejara el calibre de los altos ideales del proyecto comunista. Originalmente la bomba iba a ser de 100 megatones, pero justo a tiempo un Grupo de Científicos Rusos advirtieron el riesgo de contaminar medio planeta con el residuo nuclear de la explosión, así que la dejaron en 50 megatones, que tampoco estaba mal.



Los comunistas tambien se divierten

Y asi con todo ese fervor soviético fue parida la Tzar Bomba y detonada un soleado 30 de octubre de 1961 en el archipiélago Novaya Zemlya.



Comparación de la Tzar Bomba con el resto de las bombas nucleares detonadas en superficie terrestre.






Bravo Bomb




TZAR BOMBA

LOCO FEO

Diego Zerba

El loco feo cree en el poder, dicho de otra forma: no puede nada. Sigue el camino más sencillo para llegar a ningún lado. Vive en la oscuridad: no se rodea de personas sino de espejos. Convencido de la noche trata de convencer que es el día, fusionado a la confusión no la discierne de la claridad. El único esfuerzo que reclama es el de las palmas. ¿Hasta cuando elegiremos los callos y renunciaremos a la luz? ¿Hasta cuando le haremos creer que es un loco lindo?

25 de julio de 2008

HABLADURÍAS

De la identidad institucional al comunismo del espíritu

Diego Zerba

A los amigos uruguayos que toman mate y piensan

La referencia a Martín Heidegger, que le da título a este desarrollo, nunca tuvo tanta presencia social como la que ha logrado en nuestra época. Lo cual nos debe prevenir para no volver a lugares comunes por demás transitados, a saber, habladurías de habladurías sin comprender de lo que hablamos. Por eso –casi como una alerta- en el presente trabajo me ocuparé de definir al habladuriante como mutación del hablante. Para ello recurriré a algunas categorías de Heidegger, ubicándolas en el viraje que media entre sus trabajos Ser y tiempo (1927) y Tiempo y Ser (1962). Señalo inicialmente –para luego extenderme- que en dicho periplo, de una manera retrospectiva, puede apreciarse el giro que hace de la fundamentación de la metafísica al acontecer como el ser que se da. Como primera ampliación al respecto tomo su definición de giro, tal como se la expone a William Richardson en una carta que le escribe pocos meses antes de la conferencia Tiempo y Ser. Dice en dicha misiva: “Cuando se tiene voluntad de repensar correspondientemente lo que ya se ha dicho sobre ello, en vez de poner en circulación continuamente afirmaciones sin fundamento” (Heidegger, 1984: 5) cuando se tiene v

Partiendo de pensar la mutación indicada, pretendo virar hacia la devastación de las prácticas que se corrobora cotidianamente.

Comienzo con la siguiente cita de Ser y Tiempo:

“La falta de base no cierra a las habladurías la entrada en la publicidad, sino que la favorece. Las habladurías son la posibilidad de comprenderlo todo sin previa apropiación de la cosa. Las habladurías preservan incluso del peligro en semejante apropiación. Las habladurías, con las que puede arramblar cualquiera, no solo desligan de la obligación de llegar a un genuino comprender, sino que desarrollan una indiferente comprensibilidad a la que nada le es ya cerrado” (Heidegger, 1951: 188).

Un habladuriante, entonces, es aquel que se preserva del peligro implicado en la apropiación de la cosa, reemplazando un genuino comprender por la indiferente comprensibilidad derivada de la pérdida de la responsabilidad en la palabra.

¿Cuál es el peligro agazapado en la cosa, que torna tan intimidante a su apropiación? ¿Qué es un genuino comprender?

Dice en 1951 respecto al primer interrogante:

“Lo terrible (Entsetzende) es aquello que saca a todo lo que es de su esencia primitiva. Se muestra y se oculta en el modo como todo es presente, a saber, en el hecho de que, a pesar de haber superado todas las distancias, la cercanía de aquello que es sigue estando ausente” (Heidegger, 1994: 144).

En la primera cita, Heidegger se refiere a que el habla no logra “la primaria relación del ‘ser relativamente al ente de que se habla’” (Heidegger, 1951: 187). Por entonces piensa el ser como la diferencia ontológica en la fundamentación del ente, pero deja de lado lo que es propio del ser, a saber, lo impensado. Mientras que en la conferencia Tiempo y Ser –treinta y cinco años después- reemplaza su preocupación centrada en el ser-fundamento del ente, por la búsqueda de la huella de lo impensado en lo pensado de la metafísica. Es decir que en el mismo desarrollo de su pensamiento se produce el viraje, que se presenta, como veremos a continuación, con un paso atrás del ser que se da. Curiosa forma de donación, esta que se retrae y simultáneamente se devela en su rehusarse. O sea que el ser ilumina en su propio ausentarse.

El catedrático colombiano Carlos Másmela traduce al español como acontecimiento apropiador, el intraducible ereignis acuñado por Heidegger. El acontecimiento apropiador orienta el retroceso tras el cual se dirige el pensar, tornándolo en lo más propio de sí. Así el pensar está lanzando a una búsqueda de la ausencia que no cesa de perder, como Orfeo cuando intenta rescatar a Eurídices del Hades. Se trata de un rescate desahuciado de aquello que pueda lograse tener, para serle fiel a la verdad del ser que se oculta detrás de su luz. En esta senda Heidegger ubica su idea de pobreza separada de una oposición con la riqueza, a la que define como un voto que ha elegido lo simple. La pobreza, entonces, no se trata de la carencia que en la indigencia se aferra a la riqueza, perdiendo la brújula de acontecimiento apropiador.

Dando testimonio del viraje de su pensar, el 27 de Junio de 1945, Heidegger le habla sobre este particular a la Facultad de Filosofía de la Universidad de Friburgo, como cierre de un singular semestre de verano en la cantina del castillo de Wildenstein, mientras los aliados iban tomando posiciones en una Alemania rendida, y ninguno de los que allí estaban sabía cual iba a ser su destino. Le puso como epígrafe a su discurso (con tono de homilía) la siguiente cita de Johann Hölderlin: “Entre nosotros, todo se concentra sobre lo espiritual, nos hemos vuelto pobres para llegar a ser ricos”. En su despliegue abre una conversación que imprevistamente convoca a Carlos Marx, al decir que la pobreza no queda definida por la carencia de bienes que satisfagan necesidades apremiantes sino por la simpleza del origen. Mientras que lo apremiante de la necesidad instala la dialéctica del tener o no tener riqueza, lo simple de un comienzo libera al no servir para nada y estar desposeído de toda utilidad. Así funda una economía antihegeliana prescindiendo de la relación negativa con su opuesto, cuya condición es la pura afirmación. Semejante conversación sobre el fondo de las tropas francesas que comenzaban a ocupar los territorios próximos de Alsacia y Lorena, se vuelve intempestiva (en el sentido nietzscheano) al quedar concernido el Evangelio en el sentido más terrible: aquello que saca todo lo que es de su esencia más primitiva. El joven rico y pobre en su prisión de tener o no tener, no acepta el reto de volver a la simpleza del origen -dejándolo todo para comenzar el viraje- con el paso atrás del acontecimiento apropiador.

La resonancia de la palabra se juega en lo desértico y terrible de un nosotros que vira en una comprensión indefectiblemente trunca. Por ese sesgo la pobreza también puede llamarse deseo de política -tomando una suscitante idea de Alejandro Lezama- y ubicárselo en el lugar de la condición del nosotros. Los hablantes que lo constituyen no escapan al paso atrás de lo impensado, como si lo hacen los habladuriantes en beneficio de la comprensibilidad general de la comunicación. A cambio de entender, los habladuriantes se entienden; en reemplazo de un nosotros, solo alcanzan la identidad institucional en la que claudica el deseo de política.

Paolo Virno rescata la referencia de Heidegger a la habladuría, para hablar sobre la industria de la comunicación. Ella no es un genuino comprender que llega al límite de lo impensado en lo pensado, sino que se trata del espectáculo de la comprensibilidad general sostenido en la mass media. Un hablar (o más bien un habladuriar) que no es más que su exposición pública sin otro valor que su capacidad de circular, haciendo rebosar a la telefonía celular y las computadoras. En la medida que domina la habladuría, las prácticas ceden el genuino comprender como apropiación de la cosa y con él la posibilidad de su lectura y balance. Es decir la puntuación de su gramática posibilitada por el paso atrás de lo impensado.

En la pobreza de la cantina del castillo de Wildenstein, Heidegger da el punto clave del viraje saliendo de la red de habladurías que le daban identidad institucional con el régimen nazi. Una red que encarna la maquinaria del habladuriar ponderada por Virno, testimoniando así acerca de una vigencia ominosa. Por otro sesgo Heidegger vira de la Germania en la que creía anudar su filiación con Hölderlin, para pensar esta última en la simpleza del origen de Occidente (no del pueblo alemán), a saber, el pensar poético que responsabiliza a la palabra en el ausentarse de la cosa. Paso atrás del que nos queda la afirmación del comunismo del espíritu: nietzscheano y evangélico.


Bibliografía

Heidegger, M. (1951): El ser y el tiempo, Buenos Aires, FCE de Argentina.

Heidegger, M. (1984) Carta-prólogo a Heidegger. Through Phenomenology to Thought, de William Richardson, Traducción de Pablo Oyarzun Robles, Edición electrónica de www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.

Heidegger, M. (1994): La cosa en Conferencias y artículos Tomo V, Barcelona, Serval.

Heidegger, M. (2006): La pobreza (con presentación de Philippe Lacoue – Labarthe), Buenos Aires, Amorrortu.

Másmela, C. (2000): Martín Heidegger: El tiempo del Ser, Madrid, Trotta.

Rodríguez García, R. (1991): Heidegger y la crisis de la época moderna, Madrid, Cincel.

Virno, P. (2003): Gramática de la multitud, Buenos Aires, Colihue.

Zerba, D. (2007): Aldea Panóptica. Ideas – Situaciones – Prácticas, Buenos Aires, JVE.

15 de febrero de 2008

UNA MENTE SIN RECUERDOS

¿La genética será el nuevo horóscopo?
Bruno Massare
Revista Ñ / Número 210 / sábado 6 – 10 - 07


Hoy me propongo presentar el lugar metafísico que se le asigna a la biología genética, en tanto se la considera, dentro de la modernidad tardía, como la perfección última que explica todo lo relativo al mundo sensible que habitamos. Es decir que se trata del lugar que ocupaba el mundo inteligible en la concepción de Platón. Por lo tanto se impugna todo lo relacionado a lo que varía, sin pagar tributo a la forma perfecta y eterna que puebla el mundo inteligible. En esta metafísica contemporánea se trata del gen. O sea que no se admite nada que haga variar a lo natural (o la Physis, como llamaban los griegos a la naturaleza), que cambie el curso de lo determinado desde siempre, fuera de la dimensión del tiempo. Este platonismo biológico y su imperio en la cultura actual, impugna toda intervención del adulto que no se dirija por el camino preformativo de la genética. Comenzando por la seducción de un adulto en la erogeneización del cuerpo del bebé, indicada por Sigmund Freud; y continuando por su revés, las provisiones ambientales del hogar señaladas por Donald Winnicott.

Según Freud, el niño se constituye en perverso polimorfo a partir de la seducción por un adulto. Detengámonos en la etimología griega del término polimorfo. En primer término polimorfo deriva de poli: múltiple, morphe: forma. A su vez morphe deriva de Morpheus: dios del sueño asociado a las apariencias engañosas. Es decir que la morphe es lo contrario a la Eidos de la que hablaba Platon, como la forma pura e inmutable de lo inteligible. La multiplicidad de las formas engañosas tampoco guarda continuidad con la Physis, que deriva de phyo: yo nazco, broto, crezco. Es decir lo establecido como necesario desde el nacimiento.
O sea que el polimorfismo corresponde a la multiplicidad de formas engañadoras, que la actividad humana en el mundo sensible puede producir. Es decir que el adulto seductor desvía de la noción de Physis como lo necesariamente determinado desde el nacimiento. Lo desvía a través de la actividad lúdica, transformando el curso necesario de la naturaleza en ficciones, formas falsas y aleatorias influenciadas por Morpheus.

En los tiempos modernos tardíos, la genética se arroga haber terminado con la historia. Esto se advierte cuando no se le concede ningún lugar a toda otra transmisión que no sea la genética. Por ejemplo: la evidencia más significativa que se plantea para sostener el origen genético del autismo es el porcentaje de hermanos gemelos autistas que supera el 90 % de los casos. Esta evidencia queda relativizada si se contempla la posibilidad de otra transmisión, como lo es la historia familiar.

En este contexto la psicología queda circunscripta al estudio de la mente, cuyas determinaciones son genéticas. De tal manera sobre la premisa de haber alcanzado los planos de la molécula, la mente es la organización de los procesamientos de información (como plantea Mario Carretero, entre los más divulgados) a la manera de un entorno informático instalado en el hardware, o una construcción de significados en la relación del hombre con la comunidad, como formula Jerome Bruner, dentro de una cultura sin malestar ya que su único limite y condición la da la biología.
Así a la vertiente de Michel Foucault podemos añadirle esta actualización: La metafísica biológica funda una biopolítica extrema, en la cual el único cuerpo concebible es el que responde dócilmente a las determinaciones biológicas, ya sea de modo directo o indirectamente a través de la mente. Planteado de ese modo, el niño autista no atraviesa una interrupción de la constitución subjetiva debido a la falla en la asistencia ambiental temprana, como podemos formular en una línea winnicottiana que toma la historia del niño (de sencilla verificación empírica, por cierto), sino que sufre de una limitación de su mente con una causalidad que en última instancia remite a un origen genético. En este marco se construye un niño cognitivo, al cual se puede acceder solamente por dos entradas:

1. La satisfacción de sus necesidades biológicas.
2. El desarrollo de los proceso cognitivos albergados en su mente.

Cualquier otro abordaje es la entrada por la ventana del abuso. Por eso las acusaciones de abuso en la escuela recaen generalmente sobre los docentes cuyas materias tienen que ver con el cuerpo del niño: sea música, sea educación física.

Entonces…, quien se banca operar sobre el cuerpo del niño en los tiempos de la biopolítica extrema, en la que el poder se arroga haberse quedado con los planos de la vida. Quien tiene autoridad para juguetear cono el pequeño niño, sin sentirse amenazado por no tener la información sobre la teoría pedagógica más actualizada para tratarlo adecuadamente (actualidad sancionada exclusivamente por el maridaje entre psicología cognitiva y neurociencias), o quedar sospechado como un depravado abusador de la criatura simplemente por entrar en contacto con su cuerpo sin la finalidad de ejercerle un condicionamiento. De tal modo, por esta ruta, podemos colegir la siguiente conclusión: en tanto expropiados del cifrado de la molécula somos ignorantes radicales de la vida. Así la seducción que abría al niño a las formas engañosas que lo hacían un perverso polimorfo, queda impugnada por el primado omnipotente de la genética que ha ocupado el lugar del mundo inteligible de Platón. Ya no hay lugar para las formas engañosas de Morpheus; que hacen a un cuerpo erógeno como señalaba Freud. Es necesario que todo contacto con el cuerpo explicite que tipo de acción se va a lograr con el: por ejemplo estimular al bebe con un juguete para inducirlo a desplazarse. O en la rehabilitación de niños autistas, mostrarles tarjetas con diferentes colores para enviarle mensajes indicando las acciones que se esperan de él. Por eso todo contacto con el cuerpo del niño es potencialmente un abuso, sino se aclara previamente que objetivo se quiere alcanzar con dicha acción.

A diferencia de la tabla rasa de John Watson, el niño cognitivo tiene una mente rasa sólo preparada para procesar información (siempre y cuando no esté fallado el disco rígido). En tal sentido cada uno de nosotros es un niño cognitivo, como muestra con cierta ironía la película Eterno despertar de una mente sin recuerdos (Michel Gondry, 2004). Recordemos de forma mínima su argumento: Cada integrante de una pareja decide borrar todos los recuerdos de esa relación, a través de un tratamiento que consiste en formatear sus respectivas mentes.

Así llegamos a la perversión generalizada (si podemos llamarla así) de un niño sin edad, olvidado por la seducción. Un niño fijado a un rasgo que lo cristaliza en una clasificación (TGD, ADD, TOC, AP, etc.), y le permite evitar el caos general de la biopolítica extrema.
Cada uno de nosotros es tomado como una mente sin recuerdos, para lo cual deben quedar fuera de escena los cuerpos que no respondan a los cifrados de la genética o a los procesos cognitivos de la mente sin recuerdos. Cuando entraron en escena ocurrió el 19 y 20 de diciembre de 2001.

Cierro con esta cita de Jean Baudrilliard a tono con lo expuesto:

Habría mucho que decir sobre la objetividad de este código genético que sirve de prototipo de lo <> a todo el universo combinatorio, aleatorio y lúdico que nos rodea. ¿Pues que es la <>? ¿Qué verdad encierra? O bien no encierra otra cosa que la verdad, es decir el tablero de mando del destino transformado en tablero de mando operacional. Tras nuestra pantalla de de telemando biológico, ya no hay juego, ni cosa alguna en juego, ni ilusión, ni puesta en escena: ya no queda otra cosa que hacer, salvo modularla, jugar con ella como se juega con las tonalidades o los timbres de una cadena estereofónica.

Bibliografía

Baudrilliard, J. (1986): De la seducción, Madrid, Cátedra.
Bruner, J. (2002): Acción, pensamiento y lenguaje, Madrid, Alianza.
Carretero, M. (1997): Introducción a la psicología cognitiva, Buenos Aires, Aiqué.
Corominas, J. (1973): Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Madrid, Gredos.
Foucault, M. (2007): Nacimiento de la biopolítica, México, FCE.
Freud, S. (1979): Tres ensayos sobre una teoría sexual en Obras Completas, tomo IX, Buenos Aires, Amorrortu.
Padilla, R. (2006): Psicología cognitiva. “Un nuevo paradigma” en Lecturas en psicología, María Teresa Lodieu (compiladora), Buenos Aires, Proyecto.
Winnicott, D. (1986): Realidad y juego, Barcelona, Gedisa.
Zerba, D. (2007): Aldea Panóptica. Ideas – Situaciones - Prácticas, Buenos Aires, JVE.




Diego Zerba

Diego Adrián Zerba nació el 11 de enero de 1953 en la Ciudad de Buenos Aires. Es Licenciado en Psicología, Psicoanalista, Profesor Adjunto de la materia Psicoanálisis: Freud y docente en Psicoanálisis: Escuela Inglesa de la Facultad de Psicología / UBA. Profesor Adjunto en la materia Psicología del Ciclo Básico Común / UBA. Director del Centro Asistencial FUBA XXII. Supervisor de instituciones clínicas y educativas. Autor de numerosos artículos publicados en revistas y libros de distintos géneros. Autor de los libros La estructuración subjetiva. Pensar las psicosis infantiles (JVE, 2005) y Aldea Panóptica. Ideas – Situaciones - Prácticas. Compilador, junto a María Massa, de los libros: El mal – estar en el sistema carcelario (El Otro, 1996) y Síntomas carcelarios. El estado contraataca (Letra Viva, 1998).
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