tag:blogger.com,1999:blog-65264051447644327892024-03-13T21:12:13.887-03:00Implosión ModernaDiego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.comBlogger44125tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-38324250261725578072010-02-11T15:08:00.002-03:002010-02-11T15:11:44.063-03:00CONDENADO<span style="color: rgb(51, 51, 51);">Sin juicio previo, el baterista Eduardo Vásquez ha sido condenado por los medios de comunicación, los especialistas en violencia que transitan por los canales de televisión, y demás opinólogos con licencia para decir cualquier cosa. Fue detenido por orden de la jueza Fabiana Palmaghini "en forma preventiva", acusado de "presunta tentativa de homicidio". El indicio más importante, por fuera de la sugestionabilidad mediática ejercida, es una declaración tomada por personal policial a uno de los profesionales que recibieron a la herida, quien le habría dicho: “me quiso matar”. Luego esa declaración fue rectificada por el mismo profesional aclarando que le dijo: “me prendió fuego”. Lo cual es mucho más que una diferencia de matices, como sostiene el periodista Mauro Zeta de Canal 13.</span><br /><br /><span style="color: rgb(51, 51, 51);">En homenaje a la familia Pomar (¿se acuerdan?) investigada por toda suerte de “situaciones borrascosas” de la vida familiar que compartían, este es un llamado al recato particularmente a los profesionales “psi”, para que no expresen sus prejuicios personales en nombre de una opinión de especialistas. </span><br /><br /><span style="font-style: italic; color: rgb(51, 51, 51);"><br />Diego Zerba</span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-79696366766669436592009-11-18T14:37:00.001-03:002009-11-18T14:38:58.975-03:00DONDE ABUNDA EL PELIGRO, CRECE LO QUE SALVA<span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:'Times New Roman';font-size:medium;"><p align="right"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Diego Zerba</span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Dice Hans Urs Von Balthasar: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">“Hemos fracasado sobre los bancos de arena del racionalismo, demos un paso atrás y volvamos a tocar la roca del misterio”</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> (Von Balthasar, 2007)</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">.</span></span></i></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Este jesuita, gran teólogo del Siglo XX, consecuente con la cita se ha ubicado en su vida entre un paso adelante y un paso atrás. Sin ser invitado al Concilio Vaticano II asiste al evento y se convierte en uno de sus mayores animadores, y cuando es nombrado cardenal por Juan Pablo II muere sin recibir la distinción. Es decir que se trata de una cita en la que una sentencia se sostiene en un testimonio: es el propio Von Balthasar quien habita la roca del misterio en </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">donde</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> el tiempo no es calculado. El tiempo del cálculo, al que siempre se llega antes o después, es la esencia del racionalismo moderno como consumación de la historia de la metafísica. Comenzar a darnos cuenta de su fracaso nos permite pensar el </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">donde,</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> indicado por este jesuita desde la Fe como la roca del misterio. </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">¿Dónde?</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> ¿</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Donde</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> está un niño antes que pueda hablar desde una posición de enunciación? ¿</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Donde</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">está</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> si no recibe un eco de ese lugar en </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">donde esta</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">? ¿Qué ocurre si le obligamos a estar en el tiempo calculado? A lo largo de nuestro desarrollo iremos al encuentro de estas preguntas. Una clave decisiva para la tarea es plantear la dimensión de la música como anterior a la de la palabra, en la constitución de un hablante.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> </span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Si partimos del </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">donde</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, dicha clave debe situar la dimensión de la música en un planteo topológico. Cuando Freud piensa de la función del juicio en la estructuración subjetiva, arrancando de que la </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">atribución</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">de lo bueno antecede al descubrimiento de su </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">existencia </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">en la realidad de una cosa, subvierte la concepción euclidiana por la cual el adentro y el afuera son esenciales a la estofa del espacio. Agregamos que, de un yo placer inicial que se atribuye todo lo bueno, a un yo real definitivo que encuentra aquella representación inicial existiendo en el mundo por vía del examen de realidad, el </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">donde</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> como sitio en el que la criatura estructura su subjetividad requiere de la función ambiental. Siguiendo a Donald Winnicott esta función sostiene la espontaneidad del bebé, que le permite experimentar hasta sus propios signos vitales –como el latido del corazón- en tanto omnipotencia de si que no proviene de una alteridad absoluta que lo comanda. Tales experiencias no podrían entenderse desde la anatomía y fisiología de un organismo definido por su prematuración, como lo es el del cachorro humano. Por otra parte necesita manejarse, entre un interior configurado por la atribución al servicio del principio de placer, y el examen de realidad que encuentra lo ya inscripto en su interior como existencia en el mundo. Dicho manejo anuda el cuerpo a la función del yo en la unidad psiquesoma. Esto es el tejido de la voz y el movimiento en la experiencia originaria del canto y la danza que propone la madre, devolviéndole el </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">laleo</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> mientras lo mece. Desde luego que el exterior no es el reflejo del interior, ni tampoco hablamos de una armonía anhelable entre ambos, ¿pero como puede concebírselos de otra manera dentro de la matriz conceptual winnicottiana? En rigor lo que el niño va encontrando no es un objeto exterior, en distintas configuraciones de un mundo que –vía examen de realidad- concluyen en una definitiva objetividad (como indica Jean Piaget con la noción de objeto permanente). Al comienzo encuentra un objeto indisociable de él, en consonancia con el principio de placer. Posteriormente lo pone a prueba con su uso, a saber, las distintas experiencias que realiza a través de su aprehensión. Lo cual no significa que lo utiliza en una acción orientada a un fin, sino que por sobrevivir a la destructividad que le descarga podrá constituirse en un objeto exterior. Es decir que no coincide la percepción de una cosa existiendo en el mundo, con la constitución de un objeto accesible al uso. Puede cumplir la función de objeto de uso cuando retorna a ese espacio entre el afuera y el adentro, que se sostuvo como fecunda brecha de la creatividad porque el objeto sobrevivió al desafío que le impuso la criatura. Un desafío que le da la condición de ser más importante que la madre misma, en tanto se trata de la primera posesión del no yo.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Por este sesgo la adaptación ambiental es casi un eco del niño, que es otra manera de decir “casi al cien por cien” (como subraya Winnicott). Le permite sentir los ritmos de sus signos vitales como propios, la connivencia de su cuerpo con lo que no es (dicho en lógica cartesiana, </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">soy donde no pienso</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">), y usar los objetos admitiendo la paradoja de crear entre el adentro y el afuera, aquello que es exterior y ajeno a cualquier uso si se lo libra a la pura sustancia empírica (fácilmente constatable en la indiferencia de un chico autista ante un juguete).</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">La lengua española y algunas lenguas amerikanas, como el quechua y el aimará -según destaca el filosofo argentino Rodolfo Kusch-, comparten la particularidad de desdoblar los verbos </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">estar </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">y </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">ser</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">. El recurso de diferenciar </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">estar</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> de </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">ser</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> –dice Kusch- permite la convergencia de lo histórico con lo contingente, sin la presencia sustancial del </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">ser</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> que toma la vertiente de la metafísica. Su fórmula es </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">estoy siendo.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Por esta línea podemos producir la siguiente torsión en los enunciados cartesianos: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">estoy siendo donde no pienso. </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Colocarse en disponibilidad para el encuentro del niño, es la adaptación ambiental en el cruce de lo histórico y lo contingente. Así el niño pequeño </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">está siendo</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> gracias a la “acústica ambiental” casi al cien por cien (el casi es el plus de la contingencia). Entre los brazos y la mirada, la madre permite que el niño se apropie del ritmo de sus signos vitales; entre la atribución y la existencia este encuentra la empatía con la voz y el movimiento que vienen del lugar del Otro; y entre el adentro y el afuera halla y pone a prueba el objeto. Es decir que la madre de todas las paradojas que tanto interesaron a Winnicott, es la continuidad y no el orden discreto en las provisiones ambientales recibidas por el pibe. Siguiendo esa vertiente, el psicoanalista francés Alain Didier – Weill dice que la continuidad –en tanto esencia de la dimensión musical- ubica al mismo tiempo dos reales distintos. Así denomina el </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">estar siendo</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> como</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">sincronicidad</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, tomando de manera insólita para un psicoanalista lacaniano una noción de Carl Jung. Por su parte el </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">entre</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, abierto por el espacio transicional, es el pasador entre dos reales. De manera cruzada y continua cada real habita el lugar del Otro. Entonces el ritmo de los signos vitales del niño anida en la acústica que se lo devuelve, el otro modela con el canto y el movimiento la sintonía de la existencia de las cosas (en principio la voz y el cuerpo) con la atribución interna que previamente realizó el niño, y los objetos están listos para el uso, o sea para danzar con ellos en el espacio transicional. En esencia la música librada a la espontaneidad es siempre danza, con la voz y/o con el cuerpo. Cuantas veces nos habrán interrumpido imprudentemente un sábado por la mañana, cantando y moviéndonos desaforadamente al son de una canción (provocándonos el colmo de la vergüenza). Somos tomados por sorpresa en donde nos creíamos ocultos: </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">estando siendo en donde no pensamos</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">En la historia de la metafísica, y en consonancia con la clasificación de Nietzche, la música se ha desdoblado en el modo de Dionisio (modo frigio) y el modo de Apolo (modo dórico). La primera toma su nombre de la flauta frigia, y se plasma en el ditirambo con el que se celebraba la fiesta dionisíaca que unía (daba continuidad) al pueblo en el exceso y el entusiasmo. Es el antecedente de la tragedia que se muestra con el eco que le da el coro al héroe trágico, y que nos sirve de modelo para pensar la adaptación del ambiente a las necesidades del niño. Queda censurada en primer término por Platón y Aristóteles al comienzo de la historia de la metafísica, y en segundo término por el Concilio de Trento que la bautiza como </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">“triton diabolicum”. </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">A partir de este cónclave triunfa la música dórica, que posee su emblema en la lira de Apolo y que separa la escucha del baile. Intenta separase la música del cuerpo conforme orienta la metafísica, que tiene su momento culminante con el dualismo cartesiano: sustancia pensante y sustancia extensa. Hace un tiempo, por ejemplo, se hablaba de la música culta para pensar. La migración forzada de esclavos africanos a Amérika produce un giro fundamental: el sincretismo de la música europea con los ritmos africanos rescata la soldadura entre danza y música. Nacen el Jazz, el Blues, y posteriormente el Rock and Roll.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">El propio Arca de la Alianza finalmente es descubierto en África, aunque el europeismo dominante en la tradición judeo – cristiana pretenda negarlo. Se trata ni más ni menos que de un tambor. Es el profesor</span></span></span><a href="http://libros2.ciberanika.com/desktopdefault.aspx?tabid=28&pagina=letras/p.ascx" target="_blank"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Tudor Parfitt</span></span></span></a><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> siguiendo la pista de la reina etíope de Saba, que como cuenta una leyenda aprovecha su romance con el rey Salomón para birlarle el Arca y llevárselo a su país, quien llega mucho más lejos de Etiopía. Recala en el sur de África, más precisamente en Zimbawe. Allí descubre en 1987, durante una estancia en la tribu africana de los Lemba, que los integrantes de este pueblo poseen una serie de usos, ritos y costumbres muy diferentes al resto de las tribus africanas. Sorprendido advierte que siguen las leyes y rituales judaicos del Antiguo Testamento. Entre otras prácticas usan un cuchillo especial para sacrificar animales en sus rituales y lo hacen en lugares altos como los israelitas, no pueden consumir carne de cerdo y de otros animales prohibidos. Incluso sus nombres derivan del árabe, el hebreo o alguna otra lengua semítica.<br />En procura de las posibles conexiones entre ambas tradiciones, es asesorado por el profesor Mathivha y un anciano lemba llamado Phophi, que le hablan del </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ngoma lungundu</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">: una especie de tambor de madera que este pueblo empleaba para guardar objetos de culto sagrado. Al parecer, éste era transportado gracias a dos pértigas laterales, insertadas cada una de ellas a través de dos aros de maderas, que iban adosados a cada lado del tambor. Lo llevaban de este modo porque se consideraba un objeto demasiado sagrado como para que pudiera tocar el suelo. De igual modo, estaba prohibido hasta rozarlo con las manos. Sólo podían hacerlo los sacerdotes, que pertenecían al clan de los Buba. Si alguien se atrevía a contravenir esa orden (es decir, osaba tocar el </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ngoma</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">), se arriesgaba a perecer aniquilado por el fuego divino que surgía del interior del tambor. También les acompañaba en todas las guerras ya que su presencia en el campo de batalla aseguraba el triunfo. La tradición oral afirma que fue trasladado desde Israel hasta África.<br />Así </span></span></span><a href="http://libros2.ciberanika.com/desktopdefault.aspx?tabid=28&pagina=letras/p.ascx" target="_blank"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Parfitt</span></span></span></a><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> da con estos objetos sagrados que se hallaban en un museo de Zimbawe, y observa la cantidad de similitudes del </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ngoma</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> con el Arca de la Alianza, lo que le hace sospechar que quizá esto le pueda servir como pista para hallar su actual paradero. Analizó este artefacto con radio-carbono, datándolo en una fecha aproximada al año 1350, lo que coincide con el repentino final de la </span></span></span><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Gran_Zimbabue" target="_blank"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Gran Zimbawe</span></span></span></a><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">. Por otra parte practica una serie de pruebas de ADN, con las que consigue demostrar que los sacerdotes del clan de Buba del Sur de África, guardianes del </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ngoma</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, descienden directamente de los que sirvieron en el Templo de Jerusalén. Parfitt sugiere que el </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ngoma lungundu</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> que encontró, es el descendiente de la bíblica Arca, y que ésta fue reconstruida a través de la historia. También sugiere que el Arca bíblica, al igual que el </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ngoma lungundu</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, era una estructura de madera cubierta con un pedazo de cuero, y que siempre ha sido un </span></span></span><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Tambor" target="_blank"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">tambor</span></span></span></a><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">. Si no alentamos la búsqueda del primero de los </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">ngomas</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">, estamos en condiciones de decir que se ha encontrado el célebre objeto sagrado. Pero hay que dar un paso atrás para tocar la roca del misterio. El </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Ngoma </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">daba el ritmo del pueblo convocando a la adaptación ambiental, a saber, la Madre Tierra. Dios solamente pone el Nombre. Allí está el niño antes de hablar desde una posición de enunciación. Demandando la mirada que lo confirme en donde </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">esta siendo sin pensar</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">. Como Adán, luego de comer del árbol de la sabiduría, cuando sin llamarlo a Dios este lo mira y le pregunta </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">¿donde estás? </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">En ese momento Adán no siente culpa, sino vergüenza por ser descubierto a solas cuando se creía oculto (como el cantante de los sábados). O sea </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">estando siendo donde no pensaba</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">. Es el momento en el cual el niño </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">está siendo</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> antes de hablar desde una posición de enunciación. </span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">A falta del ritmo del pueblo y recién con algunos atisbos de su regreso en la música con influencia africana, el ritmo de los signos vitales del niño moderno se sostiene por la función adaptativa ambiental que encarna la madre. Maru Botana no Madre Tierra. Es decir que el niño no sólo es un invento del siglo XVII, como sostiene Phillipe Aries, sino que también lo es la figura de la madre como encarnación de la adaptación ambiental. ¿Pero que ocurre ahora con la destitución de la familia nuclear moderna y la escuela, en su condición de instituciones instituyentes del niño moderno (como señalan Cristina Corea y Nacho Lewkowicz)? Sucede que la adaptación ambiental se vuelve aleatoria. Entonces la escuela recibe las distintas variedades de niños deprivados, en aulas que ya no forman los ciudadanos del mañana. Ergo… ¡Los niños están en peligro! Allí donde fracasa la función ambiental y ya no hay relevo. La consecuencia es la interrupción de la existencia del niño en el punto de ese fracaso, y con ella la posibilidad misma de la experiencia. Irrumpe, entonces, la angustia inconcebible, y no hay nadie para ponerla a raya (como plantea Winnicott que es competencia de la madre).</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Donde abunda el peligro, crece lo que salva (dice el poeta Hölderlin). En rigor puede haber relevos de la familia, lo que ocurre es que ya no está la determinación del Estado encarnada en la familia moderna cumpliendo esa función. Donde no hay familia que funcione como ambiente facilitador y la escuela no forma ciudadanos del mañana, una escuela especial –por ejemplo- aleatoriamente puede hacer las veces de ese relevo. A continuación ejemplificamos con tres viñetas, que presentan fenomenologías clasificadas como trastornos emocionales severos por el sistema educativo, o trastornos generalizados del desarrollo conforme al Manual DSM IV.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Robbie (así indica la mamá que se escribe el nombre) es un chico de nueve años, que habla en tercera persona, y su discurso se limita a la repetición de los teleteatros que la madre ve por televisión (con el acento mexicano de sus actores). Siempre ha deambulado por las aulas de las distintas escuelas que transitó, sin poder integrase a ningún grupo. Hizo toda una trayectoria de fracasos escolares en distintos establecimientos, hasta que llega a una escuela de trastornos emocionales severos. Allí Clara, su maestra, comienza a trabajar en un proyecto individual con él. Solamente con disponerse a la adaptación, su posición empieza a tener consecuencias. Robbie comienza a dejar sus automatismos de siempre, y a decirle a Clara cada vez que llega a la escuela: “tu estarás toda para mi, tu te sientas acá conmigo, tu… ¿como te sigues llamando?” El suyo es un proyecto individual sin tiempo estipulado, a diferencia de como se estructuran este tipo de proyectos en otros establecimientos. Si se espera algo de estos proyectos resulta necesario que se los piense de la primera manera, porque para que Robbie, por ejemplo, alcance el tiempo de la subjetividad (condición necesaria para que se incluya en planes con tiempos estipulados) tendrá que constituir una posición de enunciación desde </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">donde</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> hablarle a Clara. Hasta ahora Clara es solamente un nombre pegado a la voz, puesto a prueba en el espacio transicional. Entonces sería muy bueno que la institución no aparezca imponiéndole sus tiempos a Robbie, como excepción al funcionamiento burocrático, para que no pierda este maná que ha encontrado en una adaptación ambiental aleatoria. </span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">A continuación señalamos una experiencia de un taller de títeres, que funciona en otra escuela especial. Lorenzo es asaltado por voces (vertidas por el mismo) a la hora de trabajar con el cuaderno. Una lo descalifica y otra le responde. En los recreos no juega con los compañeros, encarna distintos personajes que discuten y luchan. Cuando se lo llama responde con la voz de alguno de sus personajes. Ingresa al taller de títeres, dentro del cual la relación entre el niño y la docente comienza siendo dramatizada por dos de ellos. Luego se emplaza la escena con un telón y un escenario (exhibida ante la presencia de público), debajo del cual el nene titiritero desarrolla con los títeres una historia. Progresivamente comienza a acotar sus acciones en los recreos, a preguntar sobre la diferencia entre realidad y ficción, hasta que un día plantea lo siguiente: “Quiero ser </span></span><u><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">como</span></span></u><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> ‘el Increíble Hulk’”. Por primera indica la posibilidad de esconderse detrás de un personaje. Si empieza a jugar representando al increíble Hulk, creyendo que está solo y oculto en el personaje, sentirá vergüenza si es sorprendido por alguna mirada.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Por último les traigo un pequeño fragmento de un material clínico mío. Claudia, de 11 años, viene a una primera consulta con sus padres. El padre habla sólo, mientras la niña y su madre callan. No deja de decir que es autista, hasta que la chica empieza a decir reiterativamente: “es artista”. Luego de un lapso digo que la entrevista terminó, y que la esperaba la semana que viene sólo a Claudia “para actuar”. En esa ocasión ingresa la chica al consultorio repitiendo nuevamente “es artista”. Le digo que hagamos como si estuviéramos en un programa de la “tele”, y ella me contesta: “soy Alma de Valientes” (refiriéndose a la heroína de una telenovela). Retruco diciendo: “soy Laureano” (el malísimo del mismo culebrón). Desde ese momento comenzamos a actuar y por primera vez estalla en carcajadas. Hasta que empieza a repetir “viene Carola” (nombre de pila de la madre). Ese es el momento en el que siente la posibilidad de ser descubierta, en el personaje </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">donde </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">se había escondido.</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Es muy probable que en las instituciones educativas o clínicas, el niño de estas características no reciba un eco del lugar en donde está para que pueda habitarlo. Esto ocurre, por ejemplo, cuando se impone la inercia burocrática del sistema educativo, pretendiendo disciplinarlo como si se trataran del ciudadano del mañana que ya no existe (un primer modo sería pautando el tiempo de los proyectos individuales). Por su parte la psicología cognitiva inspira simpatía en la grisácea burocracia, con su propuesta de adiestramiento que refuerza automatismos. Lo que ocurre es que en la época de la consumación de la metafísica, los peligros del desierto pueden dejarlo al niño no solo sin maná, sino privado de hasta el más elemental cardo de provisión ambiental.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Para concluir les sincero que no soy ni optimista, ni pesimista. Simplemente </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">estoy siendo</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> junto a ustedes mientras me hago esta pregunta: ¿Lo que salva está a la altura del peligro que abunda?”</span></span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><br /></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Bibliografía</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Corea, C. – Lewkowicz, N. (1999). </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">¿Se acabó la infancia?</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Buenos Aires: Lumen / Humanitas.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Freud, S. (1979). La negación. En </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Obras Completas. Tomo XIX. </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Buenos Aires: Amorrortu.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Heideger, M. (1994). Ciencia y meditación. En </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Conferencias y artículos. Tomo V. </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Barcelona: Serval.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Kusch, R. (1999). </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">América profunda.</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> Buenos Aires. Biblos.</span></span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"><i></i></span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Parfitt, T. (2008). </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">El arca de la alianza. </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Barcelona: Planeta.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Balthasar, Han Urs von (2007). </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Examinadlo todo y quedaos con lo bueno: entrevista de Angelo Scola</span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">. Madrid: Encuentro Ediciones.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Winnicott, D. (1979). </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">El proceso de maduración en el niño. </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Barcelona: Laia.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Winnicott, D. (1986). </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Realidad y juego. </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Barcelona: Gedisa.</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Zerba, D. (2005).</span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;"> La estructuración subjetiva. Pensar las psicosis infantiles. </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Buenos Aires: JVE</span></span></span></p><p align="justify"><span><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Zerba, D. (2007). </span></span><i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Aldea Panóptica. Ideas – Situaciones – Prácticas. </span></span></i><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: small;">Buenos Aires: JVE</span></span></span><br /></p></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-57550829611818809102009-10-02T13:39:00.004-03:002009-11-03T16:20:50.061-03:00PENSAR EL TRAER AHÍ DELANTE<span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:'Times New Roman';font-size:medium;"><p align="right"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;"><b>Diego Zerba</b></span><br /></p><p align="justify"><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"></span></span></p><span class="Apple-style-span" style="font-family:verdana;"><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Heidegger ha pasado a la posteridad como el filósofo del siglo XX. Considero que las dificultades que existieron en ese siglo para entenderlo, ya sea en su pensamiento, ya sea en sus actitudes ante la política de su época, o su posterior silencio al respecto, tiene que ver con que no era el filosofo de su siglo sino el pensador del siglo que aun no había comenzado. Exagerando en el uso de lugares comunes porteños podríamos decir que cada día filosofa mejor. Pero no se trata de eso, porque para nada pienso que sea el filósofo del siglo XXI (tampoco se si los hay o los habrá, aunque Badiou se haya anotado primero en la lista). Si consideramos que pensando el tiempo de la inminencia en el cristianismo antiguo, la historia de la metafísica, o con la exégesis de poetas como Holderlin o Trakl, más que un sistema ha dejado los mojones para pensar lo que él ha llamado “la esencia de la técnica moderna”. Sin bucear en su oceánica obra puede cometerse la imperdonable irreverencia de tomar algunos de esos mojones, para ponerlos en diálogo como “pensador bajo” con el pensador que –a mi gusto- si merece ser considerado el más propio del siglo XX. Hablo de Michel Foucault. En ese sentido, mientras Foucault dedicó una parte importante de su obra a la crítica de las sociedades disciplinarias referenciadas por el modelo panóptico, en auge durante el siglo XX, Heidegger pensó el peligro ocultándose en la esencia de la técnica moderna. ¿Peligro de que? Podría contestarse peligro de nada, como respuesta que no desprecia la pregunta sino que pretende encaminarla a su esencia.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Este diálogo -en el fin de los tiempos- que propongo, no va a desestimar episodios de la actualidad, aunque si tratará de ponerlos a la altura del estupor que despiertan y no permiten pensarlos, y también incluirá alguna indicación sobre el psicoanálisis en esta época para situarlo en la dimensión histórica que le corresponde. </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">El panóptico es el modelo de los dispositivos que estructuran las sociedades modernas. Con él la rectitud cartesiana de las ideas claras y distintas es llevada a las prácticas sociales, encarnándolas en las instituciones del Estado moderno. Quiero decir que la razón moderna adopta la consistencia sólida del Estado, a partir de la cual las prácticas sociales, como el genio en la botella, quedan encerradas en dispositivos. Dispositivos disciplinarios que encauzan, conforme a la recta razón cartesiana hecha carne: escuelas para formar los ciudadanos del mañana, hospitales para vigilar que los órganos de los pacientes funcionen disciplinados a la anatomía y fisiología médica, cárceles para transformar a reos en trabajadores, y hospicios para devolver los locos a la recta razón. Como dice Jacques Alain Miller en un trabajo juvenil: “Cada elemento, cada conjunto de elementos, cada hecho, cada gesto, debe ser el objeto de una estipulación expresa” (Miller, 1987). Es tal el dominio de la razón, que hasta el más minúsculo detalle de un cuerpo debe ser trasformado en un signo de la dominación ejercida sobre él.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Este modelo se concreta arquitectónicamente por un emplazamiento, en donde la vigilancia ejercida desde una torre central, controla una indefinida cantidad de celdas homogéneamente dispuestas a su alrededor. Para eso tiene que haber una mirada que se anticipa inexorablemente desde el centro, a los cuerpos encerrados que humildemente pueden ver lo que el cerrojo de la mirada permite. Hasta aquí nos encontramos con las clásicas formulaciones de Foucalt en Vigilar y Castigar (Foucault, 1984).</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">¿Qué pasaría si el panóptico no dispusiera más de la división temporal de la función de la mirada que se anticipa al ser mirado? ¿O sea si residiéramos en un mundo de pantallas desde las que miramos y somos mirados simultáneamente? En realidad ese es el ideal de la informática que va fraccionando los recursos de la máquina en un ciclo constante, que alterna tareas en secuencias mínimas de tiempo que simulan el tiempo real. Cuando ese ideal se transpone al funcionamiento de la organización social –como ocurre actualmente- se vive no solamente en una sociedad al borde de la catástrofe, sino en una sociedad que la toma como el centro de sus cálculos. A modo de ejemplo, pensemos en la gestión gubernamental de nuestro país durante la denominada “crisis del campo” del año pasado. En los tiempos que el Estado fundaba el funcionamiento de sus instituciones en la división temporal panóptica (es decir la anticipación de la mirada al ser mirado): o bien el gobierno se hubiera tomado tiempo para negociar con los “ruralistas”, o bien hubiera considerado que se acabó el tiempo de negociar y procedía a reprimirlos, o bien hubiera distribuido los tiempos combinando ambas instancias. No hizo nada de eso, sino que el conflicto en las localidades del interior vinculadas al agro, recibió por parte del gobierno el nombre de “movimiento destituyente”. No solo eso, sino que cuando la resolución sobre la retenciones se transformó en el “falta envido y truco” del que dependía la existencia del Estado, el vicepresidente de la nación votó en el Senado en contra de su propio gobierno, por la misma razón dada desde la presidencia del mismo gobierno para estar a favor de la resolución. Como luego declaró el vicepresidente, el temor al retorno de la consigna “que se vayan todos” (y entre todos, desde luego, él también) lo llevo a decidir su “voto no positivo”. Con esto no quiero entrar en la lógica binaria de estar a favor o en contra (clásica de los medios de comunicación), solamente quiero compartir mi asombro por un gobierno que se desdobla entre una presidente oficialista (verdadera redundancia) y un vicepresidente opositor (verdadera paradoja). Mi lectura, en consonancia con lo que estaba diciendo, es que atravesamos una suerte de modernidad post panóptica y solamente puede consistir el Estado si es idéntico al gobierno. En nuestro país, desde la catástrofe estatal del 2001, una crisis en un gobierno se lleva puesto el Estado (como queda nombrado con el enunciado “movimiento destituyente”). Ahora no hay el tiempo de las instituciones estatales, que en la buena época de la modernidad calculaban panópticamente: el tiempo de la educación, el de la cura, el de la resocialización, e incluso el del gobierno. La contingencia de un cruce de variables, como ocurre en China con la eficiente represión en la plaza Tianamén durante las revueltas de 1989, y su inmenso mercado con una baratísima fuerza de trabajo (cuando en otro cruce de variables la Unión Soviética se disolvía), puso a aquel país en camino a ser la primera potencia del mundo pese a no respetar los derechos humanos, ni la libertad de mercado. El mercado ya no busca su libertad, como con el auge del neoliberalismo; se conforma con un amo fuerte que salga afirmado de sus contingencias catastróficas y dé la tranquilidad psicológica que necesita el capital para la inversión. O sea lo que oficialmente se llama predecibilidad. Convocar a los demonios y exorcizarlos, es casi un rito de iniciación de los gobiernos idénticos a sus estados que buscan afirmarse para transformar a sus países en potencias. Si es necesario masacrar niñas para evitar la catástrofe poblacional, como se hace en China, se las masacra. Eso sí, cuanto mayor semblante de autonomía tenga el gobierno respecto al Estado en un país, tendrá mejor perfil para la inversión (¿quien conoce a la gerontocracia china o al jefe de gobierno de Singapur?), cuanto más delate la identidad catastrófica entre gobierno y Estado, como sucede en la Argentina, será calificado como más riesgoso.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">También pueden delatar esa identidad los escándalos sexuales de Berlusconi o Lugo; incluso el carisma moreno de Obama y su sensual esposa, que sirve para ganar elecciones, pero despierta ansiedad en la población cuando el capital solo demanda una grisacea autoridad que domine las mareas postpanópticas. Mi tesis es que la identidad de gobierno y Estado es el resultado de la volatilización del Estado moderno con la anulación de la temporalidad panóptica, cuya matriz, repito, se sostenía en la anticipación de la mirada respecto al ser mirado. Cuando los bolcheviques dirigen la toma del palacio de invierno en San Petesburgo, desde donde el régimen depuesto miraba al pueblo de obreros y campesinos, daba comienzo a un nuevo poder en donde cambiaban los mirados aunque no cambiaba la función anticipatoria de la mirada. El ideal de tiempo real derriba este esquema mirada – ser mirado, y hoy el gobierno no se anticipa oculto desde algún centro (como lo fue el palacio de invierno o la casa rosada) sino que se muestra en un sin número de pantallas haciendo anuncios. De la oscuridad de la mirada se ha pasado a la diafanidad del mostrarse. El gobierno esta situado como semblante del Estado, que abolida la temporalidad panóptica está mostrando que, no obstante la situación catastrófica derivada del tiempo real, a partir de lo cual todo aparece simultáneamente, hay Estado en la función de semblante que oficia el gobierno. Su gesta es la de haber dominado la catástrofe e impuesto la administración. No obstante, repito, los gobiernos predecibles son los que logran convencer que detrás del semblante dado a ver, aún hay Estado. Ha vencido a las catástrofes que lo acechan sin mostrar la esencia de la acechanza. Un modo de llamarla, aunque sin avanzar en su profundidad, es “tiempo real”.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Martín Heidegger, desde el siglo XX, cuya dos terceras partes, al menos, estuvieron signadas por la temporalidad panóptica, sin embargo dio la clave para avanzar en profundidad hacia la esencia de la asechanza que ahora se presenta con tanto vigor.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Dijimos del panóptico, que es el modelo arquitectónico de los dispositivos articulados por el desdoblamiento temporal entre la mirada y el ser mirado. Si avanzamos en su análisis debemos plantear que el panóptico emplaza, es más, se sostiene en una estructura de emplazamiento. Una estructura de emplazamiento que –siguiendo a Heidegger- tiene como destino el hacer salir de lo oculto, y presentarlo como perduración en la relación sujeto – objeto (propia de la modernidad). Como dice Heidegger: “Al objeto (lo que está puesto en frente) pertenece a un tiempo la consistencia (el en-qué-consiste) de lo que está-en-frente (essentia-possibilitas) y el estar de lo que está en frente (existentia)” (Heidegger, 1994 (2): 66). De este modo el ente devenido en objeto entra en el ocaso de su verdad; esto es, dice Heidegger:“la manifestación del ente, y solo del ente, pierde la exclusividad que ha tenido hasta ahora en su pretensión de ser módulo y medida”. (Heidegger, 1994 (2): 64). Como módulo y medida el objeto consiste, y está, estando enfrente, perdurando en su desocultamiento. Esta es –según Heidegger- la obstancia de lo presente, el re-presentar entendido como anteponer. </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">¿Qué ha pasado entre el desocultarse inicial del ser en los pensadores presocráticos, y el objeto que la ciencia moderna le da a la técnica? Heidegger orienta la respuesta a esta pregunta haciendo una remisión a la etimología de la palabra teoría, que lo conducirá a la teoría en la ciencia moderna. Para los griegos teoría “es el mirar cobijante de la verdad” (Heidegger, 1994 (1): 46). Verdad de un desocultamiento que también es ocultamiento, y que el mirar alberga. Por su parte los romanos la traducen como contemplatio (contemplación), y llega al alemán con el término Betrachtung (observación). Heidegger se detiene para advertir que, si bien con Betrachtung aparentaría que se ha vuelto a la concepción antigua de los griegos depositada en la visión, el mirar pasa a ser observar (que no es lo mismo). </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">“¿Qué significa Betrachtung? –pregunta Heidegger- Tratchten es el latin tractare, tratar, elaborar. Nach etwas trachten significa aspirar a algo, trabajar en vista de algo, perseguirlo, ir tras de ello, para ponerlo a seguro. Según esto, la teoría, entendida como Betrachtung, sería la elaboración de lo real, una elaboración que persigue y pone a seguro”.(Heidegger, 1994 (1): 48). </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">La inquietud de poner en evidencia lo presente conduce a que la ciencia como teoría de lo real se emplaza de si misma, en la obstancia, o sea en lo antepuesto de lo real. Bueno, así la teoría de la Naturaleza la presenta al representarla “como una trama espacio temporal calculable de un modo u otro” (Heidegger, 1994 (1): 50).</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Entonces la mirada bajo la teoría de la ciencia deja de cobijar lo que se desoculta en el ocultamiento, para adquirir un modo de ambicionar que persigue y pone a seguro, es decir… calcula.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Siguiendo la reflexión heidegeriana, el rasgo preeminente de la ciencia es el método. Método, del griego metha (más allá) y odos (camino), significa literalmente camino o vía para llegar más lejos; hace referencia al medio para llegar a un fin. En su significado original esta palabra nos indica que el camino conduce a un lugar. En la alteración que experimenta con la ciencia moderna, lo que va quedando en primer plano es el fin. La técnica moderna construye dispositivos para encaminar a poner a seguro las jurisdicciones de objetos, delimitándolas y manteniéndolas separadas unas de otras.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Pensemos en los dispositivos que encaminaban a poner a seguro las jurisdicciones de los diferentes disciplinamientos ejercidos sobre los habitantes de la sociedad moderna. En este caso la disciplina pone a la maximización de la mirada (con la significación de observación que le da la modernidad) como el camino que lleva a la meta de convertir cada detalle del cuerpo mirado en un signo de la dominación ejercida sobre él. ¿Qué ocurre cuando la mirada deja de ser un camino para convertirse en un fin en si mismo bajo el ideal del tiempo real? Respondo: estamos al borde de la esencia de la técnica. </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Heidegger dice que la esencia de la técnica es el andamia – je entendido como “colocar”. Lo define así: “lo presente como tal en el modo del abandono de la cosa dominando enteramente: el ser mismo” (Heidegger, 2009: 7). Por este sesgo se hace presente la diferencia radical: lo mismo del ser no es lo igual. El re del re – presentar desdobla la mismidad del mundo y el andamia-je, quedando abandonada la cosa. El abandono de la cosa, entonces, resulta de hacer perdurar su ser como diferencia entre: el mundo que es la guarda de la esencia del ser y el andamiaje que es lo acabado del olvido de la verdad del ser.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Pensar el traer – ahí – delante, entonces, implica el desarrollo de la historia del ser. Va de traer delante algo presente, desde la ocultación a la desocultación; hasta la diferencia radical en la esencia misma del ser: el guardar, cobijar, abrigar, del mundo, por un lado, y el colocar para obtener la subsistencia de lo que se desocultado, por el lado del andamiaje. El tiempo real es un nombre de la técnica que, dentro de este contexto, se dirige a su esencia. Exige la sincronía de la simultaneidad, y pretende abolir la diacronía del tiempo. Este es el borde de la catástrofe, que hace muy poco aspiraba a ser la realización de la globalización. En rigor se realiza la aldea panóptica, como el oximoron que da cuenta de la paradoja de un panóptico que se mira a sí mismo, convirtiendo a la escuela, .el hospital, la cárcel, o el hospicio, en depósitos que han perdido la concepción del tratamiento fundado en que la mirada anterior al ser mirado disciplina las partes al todo. Recuperan las prácticas que les daban sentido –como señalamos en la relación gobierno – estado- cuando un equipo cumple la función de semblante del dispositivo que ya no está.</span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Donald Winnicott era un psicoanalista del siglo XX, que como Heidegger también miraba el siglo XXI. Incluyendo a la familia entre las instituciones destituidas, tenemos que concluir que tiene una directa relación con las fenomenologías clínicas contemporáneas. Pensemos en todo el trabajo efectuado por este pediatra y psicoanalista sobre la relación entre deprivación infantil y tendencia antisocial en niños y adolescentes. Respecto al abordaje de esta última –en cuanto a su orientación dirigida hacia la destructividad- planteaba la función del adulto en la provisión de un marco flexible de contención. Efectivamente un adulto no es un padre, es quien hace las veces de su semblante en los tiempos de la destitución de la familia. </span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><br /></span></div><div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;">Si pensamos a la aldea panóptica en tanto consumación de la historia de la metafísica, podemos figurarla como a Dorian Grey muerto al borde de su retrato. Dice Oscar Wilde relatando el encuentro que hicieron del cadáver su cochero y un lacayo: “Cuando entraron vieron colgado de la pared un magnífico retrato de su señor, tal como le habían conocido siempre, en todo el esplendor de su exquisita juventud y su belleza (…) Tendido sobre el suelo había un hombre muerto, en traje de etiqueta, atravesado el corazón con un puñal… ¡Su cara estaba llena de arrugas, ajada, repugnante…! Sólo por sus sortijas pudieron reconocer quien era…” (Wilde, 1995: 252). </span></div><div><br /></div><div><br /></div><div><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:'Times New Roman';font-size:medium;"><p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Bibliografía</span><br /></p><p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Foucault, M. (1984). <i>Vigilar y castigar. Nacimiento de la prisión</i>, México, Siglo XXI.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Heidegger, M. (1994). (1). Ciencia y meditación en <i>Conferencias y artículos</i>, Barcelona, Serval.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Heidegger, M. (1994) (2). Superación de la metafísica en <i>Conferencias y artículos</i>, Barcelona, Serval.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Heidegger, M. (2009). <i>Die Gefahr (El peligro)</i>. Traducción Dina Picotti C. Versión de circulación interna FCPA.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Wilde, O. (1995). <i>El retrato de Dorian Gray</i>, Santiago de Chile, A. Bello.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Winnicott, D. (1998). <i>Deprivación y delincuencia</i>, Buenos Aires, Paidós.</span></p><p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Zerba, D. (2007). <i>Aldea Panóptica. Ideas – Situaciones – Prácticas</i>, Buenos Aires, JVE.</span></p></span></div></span></span>Unknownnoreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-34606514054465220772009-09-09T18:57:00.001-03:002009-09-09T19:01:47.954-03:00A 60 años de la Dirección de Educación Especial en la Provincia de Buenos Aires<span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:'Times New Roman';"><div class="Section1" style="margin-top: 0px; margin-bottom: 0px; "><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: center; "><span><b><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">SEGUNDA PARTE</span></span></span></b></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: center; "><span><b><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La escuela situacional</span></span></span></i></b></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: center; "><span><b><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></b></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">La escuela situacional se propone el desarrollo de capacidades al servicio de un proceso colectivo. Para desplegar esta tesis primeramente tenemos que explicitar, como hicimos con el ciudadano, que el Estado también ha perdido el carácter natural que antes se le suponía en la construcción de procesos colectivos. Estamos ante un Estado técnico administrativo que regula la distribución de recursos, sin la sustancia mítica nacional que antes le daba consistencia. Pensemos que simultáneamente a la construcción definitiva del Estado argentino, Bartolomé Mitre inicia el trabajo de historiografía para que sus habitantes se reconozcan en una nacionalidad. Aquel Estado, como el ciudadano, ha mutado y ya no abastece de sentido a las prácticas que gestiona como lo hacía con los mitos nacionales. Esto es del orden de la evidencia; no es una deducción, ni una interpretación, sino una constatación. Un pequeño ejemplo mas o meno obvio es la sustitución de la efeméride por el fin de semana largo. </span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">En esa senda la socialización del niño, como cuando en los buenos tiempos del Estado Nación se formaba al ciudadano argentino del mañana sobre la base de los hijos de inmigrantes, sigue siendo la misión de la escuela si conserva aún sentido. En este marco la alfabetización es el recurso y no el objetivo central. Hablarle de la adquisición de conocimiento a un niño sin futuro, puede llegar a ser el peor de los cinismos sino se instala un proceso colectivo que le de sentido a la práctica de enseñanza.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">A continuación presentaremos dos experiencias educativas dentro de procesos colectivos no previstos por el Estado.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Uno de ellos es la aparición de los pueblos originarios amerikanos, en el horizonte de declive de las instituciones del Estado Nación. En este marco se llevó a cabo en </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Provincia</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> del Chaco -a comienzos del año en curso- una reunión en </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Subsecretaría</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> de Educación con los responsables de las distintas etnias de la región que tendrían a su cargo la coordinación de </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Comisión</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> Bilingüe</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> Intercultural.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Por esta vertiente, junto a la formación en la lengua originaria, deja de enseñarse la historia de “la conquista del desierto”, para explicarse como se diseñó e implementó la colonización del Gran Chaco por parte de Estado argentino, al finalizar la guerra de la triple alianza. También se instruye a los niños en las técnicas agrarias tradicionales y en el cuidado de la tierra, transmitiéndose el rol que jugó el Cristianismo del Imperio, sofocando las religiones de esos pueblos con la importancia que ellas tenían en la preservación del ambiente. Alguien podría decir cual es el sentido de hacer desde la escuela lo que hacen las propias comunidades. Como respuesta puede plantearse que es un modo de conquista del desierto estatal por parte de estas comunidades. Así fundan un lugar</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">sobre un dispositivo desarticulado, en una suerte de sincretismo tardío, para la transmisión organizada de su cultura. Por eso no es tanto el resultado de una decisión estatal, como el de la fidelidad de distintos colectivos a sus respectivas lenguas, sosteniendo situacionalmente prácticas y tradiciones.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Otra comunidad lingüística que también ha mantenido la fidelidad a su lengua es la de los Sordos. No han admitido que se los tome como discapacitados para rehabilitar, y han planteando recibir primariamente la lengua de señas a través de adultos sordos. En </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la República Argentina</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> se trata de </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Lengua</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> de Señas Argentina (LSA). Gracias a esa misma fidelidad, también durante este año lo han logrado en </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">la Provincia</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> de Buenos Aires. En ambos ejemplos se desplaza el criterio de enseñar como primera lengua el idioma nacional, propio del Estado Nación, en beneficio de asumir el principio de comunidad lingüística.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">¿Qué hay de los niños que no han accedido a ninguna lengua? ¿Hay que perseverar en la enseñanza del idioma nacional dentro del clásico dispositivo escolar? ¿Hay que sustituir la lengua por un modo de comunicación alternativo?</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">En principio el acceso a la lengua depende del abastecimiento ambiental recibido por el niño, que se hace hablante por haber sido primeramente hablado. Las distintas alteraciones en dicho acceso definen,</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">para la educación especial, la caracterización de trastornos emocionales severos (TES), y son establecidas por el Manual DSM IV como tipología psiquiátrica bajo el nombre de trastornos generalizado del desarrollo (TGD). En las presentaciones más extremas no pueden acceder a la enunciación en primera persona, testimoniando con la enunciación en tercera persona que no hay una posición subjetiva desde donde se habla. Es decir que siempre habla el Otro. Aquí se plantea una decisión ética: o bien se apuesta a rendimientos sin una posición</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> subjetiva que le den</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> sentido, multiplicando en el niño los automatismos que presentan; o bien se le provee de suministros ambientales suplementarios para su constitución como hablante. Marisa Garcia (referente de esta problemática en la ciudad de Pergamino) lo dice del siguiente modo: </span></span></span></span><span><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">“Cuando se trata de un niño psicótico, un tratamiento sujeto a la lógica del esquema estímulo – respuesta reduplica la lógica que dicha intervención intenta cambiar. O sea que si se intenta condicionar una respuesta manipulando un estímulo, se produce exactamente lo mismo que el niño produce espontáneamente por su déficit en la constitución subjetiva, a saber, un automatismo”</span></span></span></i></span><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><a name="_ftnref1"></a></span></span><a href="http://docs.google.com/Edit?docid=dfncf9rb_17t92xsgfj#_ftn1"><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[1]</span></span></span></a><span><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">. </span></span></span></i></span><span><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></i></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Si no alcanzamos a salir del esquema del Estado Nación, tenemos que concluir que un niño al no acceder a la lengua no puede hablar el idioma nacional, y por lo tanto no es un ciudadano del mañana. De tal manera se avanza en el esquema rehabilitatorio, como antes se hacía con los sordos al no reconocerles su status de comunidad lingüística. Es decir que se trata de un discapacitado no específico del lenguaje, al no verificarse trastornos anatómicos y/o fisiológicos comprobables. Un discapacitado de estas características podría acceder al aprendizaje de una comunicación alternativa, en los mismos términos que los experimentos conductistas intentan la comunicación con animales superiores, siendo uno de los más conocidos el que realizara el psicólogo </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">David</span></span></span></span><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Premack </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">(Universidad de Pensilvania) </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">con</span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> un chimpancé.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">En ese planteo el error de base recae en concebir a una lengua como un código. Jean – Claude Milner le da su </span></span></span></span><span><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">status</span></span></span></i></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> correcto a la primera con esta definición: </span></span></span></span><span><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">“una forma invariante a través de sus actualizaciones, puesto que está definida en términos de relaciones”</span></span></span></i></span><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><a name="_ftnref2"></a></span></span><a href="http://docs.google.com/Edit?docid=dfncf9rb_17t92xsgfj#_ftn2"><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[2]</span></span></span></a><span><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">. </span></span></span></i></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Es decir que no es un código de señales que refiere a objetos exteriores, sino que se establece a partir de las relaciones internas que mantienen sus elementos entre si. Entonces un hablante se constituye por ingresar a un orden de demanda que lo captura en una lengua (y a un goce que ella establece), y no por un entrenamiento recibido para reconocer objetos exteriores. Suponer la enseñanza de una comunicación que reemplaza al idioma nacional a los fines de una rehabilitación, implica desconocer la naturaleza de la lengua y desmentir la verificación casi cotidiana –en escuelas y hospitales- que los casos que presentan estas fenomenologías clínicas se originan en fracasos ambientales tempranos, que no </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">le </span></span></span></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">permitieron al niño entrar a un orden de demanda y con él a una lengua.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Sí partimos que el hablante se constituye por ingresar a una comunidad lingüística, y que para ello necesita de los suministros ambientales correspondientes, se impone salir del esquema que supone a la escuela socializando solamente a través de la enseñanza (como cuando formaba los ciudadanos del mañana) y que a cambio del idioma nacional enseña comunicaciones alternativas. Este es el modelo clásico del pragmatismo norteamericano, que no logra pensar otra cosa que no sean teorías del aprendizaje (desde la psicología conductista hasta la psicología cognitiva). De esa forma </span></span></span></span><span><b><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">no hay socialización alguna</span></span></span></b></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">, más allá de la que lograra Premack con el chimpancé.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Un abordaje distinto en estos casos comienza con el reemplazo de la omnipotencia ambiental que bombardea de estímulos a la criatura, por la atención flotante que el docente le dispensa. En estos casos la socialización depende del relanzamiento de una estructuración subjetiva que no instituyó a un hablante, para lo cual el abordaje debe contemplar una dimensión individual y otra colectiva. Por eso es muy importante el trabajo en parejas pedagógicas que permita la distribución de ambas dimensiones entre sus integrantes. Esto se ha hecho en algunas experiencias exitosas, más allá de que no estén previstas reglamentariamente. Incluso se pueden constituir de manera </span></span></span></span><span><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">ad hoc</span></span></span></i></span><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> para la atención de casos particulares. Merece un desarrollo aparte las distintas combinatorias que pueden hacerse al respecto, entre docentes de distintas áreas.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: center; "><span><b><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">PARA CONCLUIR</span></span></span></b></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: center; "><span><b><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Amor por la lengua</span></span></span></i></b></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: center; "><span><b><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></b></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Pasando revista a las distintas competencias que se le adjudica a la educación especial, se constata sin gran dificultad que ya no puede sostenerse que se ocupa de las discapacidades. Incluso contempla en su jurisdicción a los niños talentosos y superdotados. Entonces, habida cuenta que no hay ciudadano del mañana y nuevas subjetividades aparecen, la educación común es especial cuando interviene en cada una de ellas (y sino es escuela galpón), y no se ocupa de discapacidad alguna sino de las distintas capacidades que se desarrollan en los procesos colectivos que despliegan las mencionadas subjetividades.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; text-align: justify; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Ellas no están circunscriptas a las instituciones como el genio en la botella, nacen del encuentro de los trabajadores de la salud, la educación, el desarrollo social, y los padres, en un nosotros que se ordena alrededor del niño post ciudadano del futuro. Dentro de un territorio definido por el amor por la lengua, y que consiste dando lugar. Solo de esa manera puede</span></span></span></span><span><i><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> “entrar la simplicidad de tierra y cielo, de divinos y de mortales”</span></span></span></i></span><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><a name="_ftnref3"></a></span></span><a href="http://docs.google.com/Edit?docid=dfncf9rb_17t92xsgfj#_ftn3"><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[3]</span></span></span></a><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> para que sea habitable. </span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; "><span><span style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></span></p></div><hr align="left" style="font-size:78%;"><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; "><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><a name="_ftn1"></a></span></span><a href="http://docs.google.com/Edit?docid=dfncf9rb_17t92xsgfj#_ftnref1"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[1]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Marisa García, </span></span></span></span><span><i><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Servicio Agregado de TES: Una apuesta al sujeto, </span></span></span></i></span><span><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Redes (Nueva Serie). Instituto Oscar Masotta, N º 3, pp. 8 – 9, Pergamino, 2008, p. 9.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; "><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><a name="_ftn2"></a></span></span><a href="http://docs.google.com/Edit?docid=dfncf9rb_17t92xsgfj#_ftnref2"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[2]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Jean – Claude Milner, </span></span></span></span><span><i><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">El amor por la lengua, </span></span></span></i></span><span><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Nueva Imagen, Buenos Aires, 1980. p. 19.</span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; "><span><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; "><span><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span></span></span></p><p style="margin-top: 0px; margin-right: 0pt; margin-bottom: 0px; margin-left: 0pt; "><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><a name="_ftn3"></a></span></span><a href="http://docs.google.com/Edit?docid=dfncf9rb_17t92xsgfj#_ftnref3"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">[3]</span></span></a><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"> </span></span><span><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Martín Heidegger, Construir, Habitar, Pensar, en </span></span></span></span><span><i><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">Conferencias y artículos</span></span></span></i></span><span><span style="font-size:85%;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;">, pp. 127 – 142, Barcelona, 1994, p. 139.</span></span></span></span></p></span>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-45793604134661623952009-08-13T14:09:00.012-03:002009-08-13T14:50:34.176-03:00A 60 años de la Dirección de Educación Especial en la Provincia de Buenos Aires<div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(51, 51, 51); font-style: italic; font-family:arial;font-size:13px;">Primera parte</span></div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><div style="text-align: justify;"><br /></div></span></span></span><b><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(51, 51, 51); font-family:arial;font-size:13px;">La educación especial es el eje de las prácticas educativas que se desarrollan en los territorios.</span></div></b><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:13px;"><br /></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-size:13px;">Plantear como eje la construcción de ciudadanía, tomando la categoría de Ernesto Laclau, implica aceptar que la categoría de ciudadano ha perdido el carácter natural que antes se le suponía. Si como sostiene Ignacio Lewkowicz se ha producido una mutación de la subjetividad moderna, que sustituye el ciudadano por el consumidor, tenemos que convenir que lo que antes era una certeza ahora cuanto menos se ha trasformado en un problema. Efectivamente el niño moderno, cuyo origen -como señala Philip Ariès- se remonta al cercano siglo XVIII, era el ciudadano del futuro en torno al cual nacieron saberes y dispositivos.</span></div></span></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(51, 51, 51); font-family:arial;font-size:13px;">Entre los primeros surge la pedagogía, y dentro de los segundos aparece la escuela. En cambio el consumidor se clasifica en targets y el niño actual se ha convertido en uno de ellos. Entonces si no hay ciudadano del mañana, puede concluirse que tampoco hay una educación común que tome al viejo niño moderno como sujeto (existe nada más que en proyectos sin destinatarios concretos), y por lo tanto solamente hay practicas educativas que tienen que definirse situacionalmente. En cada una se establece el desarrollo de capacidades al servicio de un proceso colectivo, ergo en ningún caso pueden dejar de ser especiales.</span></div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;font-size:13px;">Con este ariete hay que enfrentar el doble discurso insensato, a partir del cual por un lado se apunta a la desaparición de educación especial en nombre de la “escuela inclusiva”, y por otro lado cada vez se deriva o se pretende derivar más niños a su jurisdicción .</span></div></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(51, 51, 51); font-family:arial;font-size:13px;">O bien porque se trata de niños expulsados sociales, que por su situación de desnutrición o desesperanza no pueden acceder a un proceso de enseñanza; o porque esos mismos chicos en un momento de esperanza demandan a través de los problema de conducta ; o también pueden pertenecer a niveles sociales de altos o medio ingresos, pero que saludablemente no pueden incluirse en el dispositivo establecido para una subjetividad que ya no existe ; o sino llegan por la deprivación radical de suministros ambientales, que es el caso de los que presentan trastornos emocionales severos; o se derivan en razón de los trastornos congénitos, padecidos muchas veces por nacidos con escaso tiempo de gestación; o atendiendo a los que sufren de discapacidades provocadas por accidentes, en el marco de las condiciones de vida que no contemplan el cuidado de una criatura.</span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;font-size:100%;color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:13px;"><br /></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;font-size:13px;">Entonces parafraseando a Charly García: la educación especial puede desaparecer, pero la educación común… ¡va a desaparecer! O más bien ya ha desaparecido, dejando en su reemplazo la escuela galpón. Esta es la escuela que ha perdido su referencia con las prácticas que le daban sentido, quedando como un deposito de cuerpos.</span></div></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">En tal sentido se hace patética esta referencia de Jacques Ranciére a la relación entre política y filosofía a partir de Sócrates: “El encuentro primero de la política y la filosofía es el de una alternativa: o la política de los políticos o la de los filósofos” . </span></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">Efectivamente si nos disponemos a pensar y mensuramos las categorías con las que nos conducimos al respecto, actualmente el político -como en la Grecia de los tiempos de Socrates- es el peor modo de llamar a quien se encarga de administrar los intereses públicos. Volviendo a Rancière: sí “se expande la opinión desencantada de que hay poco para deliberar y que las decisiones se imponen por si mismas, al no ser el trabajo propio de la política otra cosa que la adaptación puntual a las exigencias del mercado mundial y el reparto equitativo de los costos y beneficios de esta adaptación” , entonces las prácticas educativas quedan fuera de todo interés y sujetas a la inercia señalada. </span></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(51, 51, 51); font-family:arial;font-size:13px;">La inercia de la gestión educativa se llama “educación común”, y solo tiene la consistencia virtual de una declaración de principios ajena al hacer educativo con niños y adolescentes en los territorios .</span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" color: rgb(51, 51, 51); font-family:arial;font-size:13px;">Después está la valiente labor de los docentes que no quieren ser gendarmes al servicio de la iniquidad, y trabajan en las escuelas, sean cuales fueran, para darle sentido a sus prácticas.</span></div><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;font-size:100%;color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:13px;"><br /></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;font-size:13px;">La estrategia para que ese esfuerzo no se pierda en el desencanto, está en el encuentro de las escuelas dentro de los distritos y regiones. Está es la clave para pensar en los territorios, conforme a las problemáticas que se definan luego del debido debate, la escuela situacional como alternativa a la escuela galpón . En tal sentido cada escuela puede enhebrarse a otra para trabajar con las distintas subjetividades infantiles que relevaron al ciudadano del mañana, evitando los lugares comunes y las trivialidades de la identidad jurisdiccional, como por ejemplo la oposición entre educación y clínica.</span></div></span><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;font-size:100%;color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:13px;"><br /></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;font-size:13px;">Estas consistencias no están supeditadas al Estado, dependen de advertir la chispa que ya se ha hecho presente en las escuelas y distritos , y serle fiel para que no sea sofocada por el camión de bomberos de la inercia .</span></div></span><div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;font-size:100%;color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:13px;"><br /></span></span></div><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style=" ;font-family:arial;font-size:13px;">De esa manera hay que alcanzar la justicia evangélica que pone al Cesar en su lugar, no esperando que le de sentido a nuestras prácticas. Se logra sí somos fieles a la polis del territorio, dándole pertinencia situacional a la frase de Marcos: “El pueblo manda, el gobierno obedece”. Por esa senda se avanza para sustituir la figura abyecta del “político”, por la digna presencia del tesorero que administra los recursos comunes. </span></div></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="color:#333333;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></span></div></div></div></div></div></div></div></div><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:100%;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:13px;"><br /></span></span></div></span><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> 1 Más que doble discurso es el agujero negro de la catástrofe del sistema educativo.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> 2 El manual DSM IV los tipifica como trastornos de atención con hiperactividad, o trastorno disocial, y nosotros preferimos tomarlos en el marco conceptual de Donald Winnicott señalando que se trata de la tendencia antisocial como momento de esperanza en el horizonte desesperanzado de la deprivación.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> 3 De estos niños se ocupan particularmente Cristina Corea e Ignacio Lewkowicz en una de sus obras más difundidas. (Cristina Corea - Ignacio Lewkowicz. Pedagogía del aburrido. Escuelas destituidas, familias perplejas. Paidós, Buenos Aires, 2004)</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> 4 Jacques Rancière, El desacuerdo Política y Filosofía, Nueva Visión, Buenos Aires, 2007. p. 7.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> 5 Ídem, p.6.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> 6 Nos referimos al territorio como lugar habitable más allá de los espacios virtuales, en el artículo Encuentro con los cuerpos (Revista Psicoanálisis y el Hospital N º 35, Invierno 2009, Buenos Aires, pp116 – 126).</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> 7 Ver Encuentro con los cuerpos.</span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> 8 El libro “Chicos en banda” se han convertido en un clásico para pensar situacionalmente el trabajo con niños y adolescentes </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;">(Silvia Duschatzky – Cristina Corea, Chicos en banda. Los caminos de la subjetividad en el declive de las instituciones, Paidós. Buenos Aires, 1999). </span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"><br /></span></span></div><div style="text-align: justify;"><span class="Apple-style-span" style="font-family:arial;"><span class="Apple-style-span" style="font-size:small;"> 9 En el artículo Encuentro con los cuerpos hacemos referencia a la Comisión de Trastornos Emocionales Severos, que funcionó en la Dirección de Educación Especial de la Provincia de Buenos Aires entre el 2002 y el 2005, con delegaciones de inspectores y docentes de todas las jerarquías y localidades que trabajaban en esa especialidad. Esta fue una experiencia con docentes que venían marcados por el sesgo de los colectivos educativos surgidos después de diciembre de 2001, animados a pensar situacionalmente sus prácticas. </span></span></div><div style="text-align: justify;"><br /></div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-69399402134853879342009-04-03T21:02:00.003-03:002009-04-03T21:04:36.535-03:00Mundo Autista<span class="infopan" style="font-family:arial;font-size:100%;">La dramaturgia clásica que generosamente proveyó de figuras a la psicopatológia, no ha aportado nada sobre el síndrome de autismo precoz. No es casual que la modernidad implosiva, fundada en la globalización de las comunicaciones, presente la emergencia masiva de este cuadro clínico (extraño hasta hace poco) en el que la singularidad<span style=""> </span>queda depuesta en beneficio de Otro absoluto<span style=""> </span>(global) que habla a través de un cuerpo sin sujeto. Tampoco lo es que su paradigma de cura coincida con el habitante ideal de esta aldea, tan totalizadora como estrecha. Por eso el furor adiestrador<i style=""> </i>dispensado a estos niños lo pone como modelo del teleconsumidor: sumiso acatador de estímulos visuales. De ese modo enseñarles el cálculo o la lecto - escritura como automatismos sin sentido, pretende compartir la misma estofa que la campaña publicitaria vendedora de lujuriosas y grasientas hamburguesas. Estofa feliz de un mundo autista sin ningún nosotros, recordando la indisoluble relación entre la estructuración subjetiva y la socialización.</span>Unknownnoreply@blogger.com268tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-59506934966864748352008-09-09T10:58:00.002-03:002008-09-09T11:09:08.819-03:00LA VULGARIDAD<p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Ni siquiera lascivo, ni siquiera pornográfico: vulgar. Ni siquiera mediocre, ni siquiera malogrado: vulgar. Ni siquiera el intento, ni tan solo por las dudas: vulgar.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Monumento a la estupidez incuestionada, la vulgaridad dice solo eso: un chiste de mal gusto en un velorio; perdón, luego de apoyarse una mina en el colectivo; perro vulgar, tras rajarse un pedo que no admite disimulo.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Vulgaridad: mutación popular que orondos legamos al futuro, avances del próximo capítulo. </span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-13117466729214232242008-09-02T13:39:00.001-03:002008-09-02T13:41:14.121-03:00ÁNGELES ¿= o ≠ DEMONIOS?<div style="margin: 1ex;"><div style="text-align: right;"> </div><div><div style="text-align: right;"> <span style="font-weight: bold;">Diego Zerba</span><br /></div><p style="text-align: right;"><br /></p> <p align="justify"><span style="font-family:Arial;font-size:100%;">Cuenta el relato que los demonios dejaron de ser ángeles al ser arrojado del paraíso por amotinarse contra Dios. Un modo de rebelión celeste sería disputarle al hacedor la permanente presencia junto al hombre, con lo cual nuestro custodio más fiel sería el demonio de la guarda. ¿Qué les toca –entonces- a los ángeles fieles al plan divino? Abandonarnos a nuestra suerte cuando confundimos su presencia con la del mismísimo creador. ¿No habrá sido el error de Noé que necesitó olvidarlo con un diluvio de vino y soledad?</span></p><p align="justify"><br /></p><p style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://2.bp.blogspot.com/_e4054ljEbGo/SL1skQYJefI/AAAAAAAAAKk/Nil7n8GxM-s/s1600-h/angellamento.jpg"><img style="cursor: pointer;" src="http://2.bp.blogspot.com/_e4054ljEbGo/SL1skQYJefI/AAAAAAAAAKk/Nil7n8GxM-s/s320/angellamento.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5241464911456467442" border="0" /></a></p> </div> </div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-44910292532041984382008-08-16T19:54:00.003-03:002008-08-16T20:07:13.487-03:00FILOSOFÍA BARATA<div style="margin: 1ex;"> <div> <p align="right"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:100%;" ><b>Diego Zerba</b></span><br /></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Heidegger pregunta <i> porque hay ser y no más bien nada</i>. Molesta pregunta para los que acumulan chucherías, temiendo la infección de nada que inunda nuestro ser y nos lleva o nos ahoga. Un buen <i>nada</i>dor, como Charly García (¡si, como Charly García!), es conducido por sus suaves manos a una pileta casi vacía comenzando el 2000. Los chucheriadores -en cambio- pequeñospoderosos que acopian tener<i>nada</i>, la amarrocan para concluir sus miserables vidas en un vomito, sin la salvación o el bálsamo de la respiración boca a boca.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" ><i>Cuando el mundo tira para abajo… es mejor no estar atado a nada…♫♫</i></span></p> </div> </div>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-60839334832038049302008-08-07T15:04:00.005-03:002008-08-07T15:12:52.122-03:00EL DÍA DEL ARQUERO<div style="text-align: right;"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:100%;" ><b>Diego Zerba</b></span><br /></div><p align="justify" style="font-family:georgia;"><span style="font-size:100%;">Marcela López Tonttetti es una chica “de la política”, que nunca tuvo suerte a la hora de “atajar el ramo”. Por sus encuentros furtivos con el máximo dirigente del fútbol de Camerún, alcanza su “primera vez” en cargos importantes (esas cosas de la globalización). Un buen día la afición futbolística de nuestro país, amanece con la noticia que se intervino el máximo organismo del fútbol local. Su interventora no es ni más ni menos que la Dra. Marcela López Tonttetti. Absoluta desconocedora del deporte del balompié, comienza por preguntarle a su hijo que se ganaba la vida con el rebusque de la escuelita de fútbol “Los repollitos”. En principio le alerta que los pases de mayor fuste económico corresponden a delanteros. Ella que, ni lerda, ni perezosa, ya había estrenado colágeno en los labios y siliconas en el busto, se puso furiosa: <i>“¡no entiendo un pomo de delantera, ni de defensa –gritaba- lo único que conozco son las internas!” </i> Así es como -quizás por sus infortunios a la hora de los “penales nupciales”- pergeña la siguiente estrategia: <i>“Tenemos que crear una campaña contra los arqueros diciendo que no trabajan, que son unos vagos; mientras los otros 10 corren los noventa minutos toda la cancha, ellos toman sol apoyados en un poste. ¡Son unos parásitos, terminemos con esos… ‘guardametas’! ¡je, je!” </i> Mientras que su hijo azorado se aleja, ella convoca como asesores a los muchachos que se reúnen en la Pizzería Atenas después de las 19 horas, con gran experiencia en arreglar el mundo, comenzando por el fútbol.</span></p><p align="justify" style="font-family:arial;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://farm2.static.flickr.com/1062/708199019_8a67def3f9.jpg?v=0"><img style="cursor: pointer; width: 356px; height: 275px;" src="http://farm2.static.flickr.com/1062/708199019_8a67def3f9.jpg?v=0" alt="" border="0" /></a></p> <p align="justify" style="font-family:georgia;"><span style="font-size:100%;">En principio promueve una ley para que se les aumente los impuestos, y compensar la diferencia de esfuerzo con respecto a sus compañeros. Así comienza la campaña con centenares de conferencias de prensa, seminarios de discusión, actos, encuentros espirituales, etc., etc. Algunos jugadores del 2 al 11 empezaron a reclamar que los arqueros ganen menos, pero la mayoría de ellos, junto a los hinchas, estaban inmersos en la perplejidad. Un caso difícil era el de los defensores, que tenían temor a que después les tocara el turno a ellos. De esa manera el fútbol gana el mayor espacio en los medios, seguido por las noticias policiales, que también habían cobrado fuerza con el misterioso asesinato del director de la escuelita de fútbol “Los repollitos”. Por otra parte algunos de los jugadores que ingresaron a la cruzada contra los arqueros, en vez de hacer goles la emprendían contra los guardametas, terminando los encuentros en bataholas generalizadas. Mientras tanto se abría una gran cadena de institutos de fútbol, donde se enseñaba a jugar “sin los haraganes porteros” (creándose un conflicto por discriminación con los encargados de edificios).</span><br /></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style="font-size:100%;">El segundo paso fue modificar el reglamento y eliminar el controvertido puesto de arquero. De esa forma Marcela mostraba como un éxito de su gestión, la cantidad de goles que se hacía en cada partido. El problema se generaba cuando había que jugar en el exterior. El director técnico de la selección –por estrictas órdenes- puso a un goleador como número 1 y lo mandó al área rival. Todo lo que siguió fue demasiado fuerte para incluir en este relato.</span><br /></p> <p face="arial" align="justify"><span style="font-size:100%;">Esta narración no avizora una conclusión, y sabemos por la película que cuando una historia no tiene fin se transforma en pesadilla. Por nuestra parte hemos conformado un colectivo de enamorados del fútbol, y le dimos la presidencia honoraria al <i>Negro </i> Fontanarrosa. Sólo pudimos rescatar de las hogueras unas pocas fotos de Hugo Gatti, Amadeo Carrizo, Lev Yasim, Antonio Roma, y otros inolvidables números 1, para decorar de historia nuestra sede. </span><br /></p> <p align="justify"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:100%;" ><span style="font-family:georgia;"><span style="font-family:arial;">Queridas y queridos hinchas: están invitados a sumarse.</span> </span> </span></p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-36209675121994799422008-08-05T19:34:00.014-03:002008-09-09T11:08:46.514-03:00COMPACTO BOMBAS NUCLEARES: Tzar Bomb<span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >Un día allá por 1959, plena guerra fría, un Grupo de Científicos Rusos a pedido de los Camaradas del Partido empezaron a diseñar <st1:personname productid="la Tzar Bomba" st="on">la Tzar Bomba</st1:personname>, nombre que vendría a significar "El Emperador de Todas las Bombas".</span><span style="font-size:100%;"><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.anfrix.com/cont/ext/simplegal/galleries/Posts/_art_22_tsar1.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 283px; height: 212px;" src="http://www.anfrix.com/cont/ext/simplegal/galleries/Posts/_art_22_tsar1.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><span style="font-size:85%;"><br /></span></span><span style="font-size:100%;"><span style="font-weight: bold; font-style: italic;font-family:georgia;font-size:85%;" >Un Grupo de Cientificos Rusos trabajando en su proyecto de ciencias</span><br /><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >Así se llamaba el proyecto, enfatizando que no querían una bombita cualquiera sino una que reflejara el calibre de los <span style="font-style: italic;">altos ideales del proyecto comunista</span>. Originalmente la bomba iba a ser de 100 megatones, pero justo a tiempo un Grupo de Científicos Rusos advirtieron el riesgo de contaminar medio planeta con el residuo nuclear de la explosión, así que la dejaron en 50 megatones, que tampoco estaba mal.</span><span style="font-size:100%;"><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://tcritic.com/wp-content/uploads/2006/12/the_communist_party_zoom.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 320px;" src="http://tcritic.com/wp-content/uploads/2006/12/the_communist_party_zoom.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><br /></span><span style="font-weight: bold; font-style: italic;font-family:georgia;font-size:85%;" >Los comunistas tambien se divierten</span><span style="font-size:100%;"><br /><br /></span><span style=";font-family:arial;font-size:100%;" >Y asi con todo ese fervor soviético fue parida <st1:personname productid="la Tzar Bomba" st="on">la Tzar Bomba</st1:personname> y detonada un soleado 30 de octubre de 1961 en el archipiélago <a href="http://en.wikipedia.org/wiki/Novaya_Zemlya" title="Novaya Zemlya">Novaya Zemlya.</a><br /><br /><br /></span><p class="MsoNormal"><span style="font-size:100%;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://farm1.static.flickr.com/203/483548165_6f3006724a_o.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 457px; height: 282px;" src="http://farm1.static.flickr.com/203/483548165_6f3006724a_o.jpg" alt="" border="0" /></a><b><i><br /></i></b></span></p><p class="MsoNormal"><span style="font-size:85%;"><b><i>Comparación de <st1:personname productid="la Tzar Bomba" st="on">la Tzar Bomba</st1:personname> con el resto de las bombas nucleares detonadas en superficie terrestre.</i></b></span></p><span style="font-size:100%;"><br /><br /><br /><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/8d/Castle_Bravo_%28black_and_white%29.jpg/750px-Castle_Bravo_%28black_and_white%29.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 400px;" src="http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/8/8d/Castle_Bravo_%28black_and_white%29.jpg/750px-Castle_Bravo_%28black_and_white%29.jpg" alt="" border="0" /></a><br /><span style="font-size:85%;"><br /></span></span><span style="font-weight: bold;font-size:100%;" ><span style="font-style: italic;font-size:85%;" >Bravo Bomb</span><br /><br /><br /><br /><span style="font-size:130%;"><br />TZAR BOMBA</span></span><br /><object width="425" height="344"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/FfoQsZa8F1c&hl=en&fs=1&color1=0x006699&color2=0x54abd6"><param name="allowFullScreen" value="true"><embed src="http://www.youtube.com/v/FfoQsZa8F1c&hl=en&fs=1&color1=0x006699&color2=0x54abd6" type="application/x-shockwave-flash" allowfullscreen="true" width="425" height="344"></embed></object>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-79465498231221750802008-08-05T17:29:00.005-03:002008-08-05T17:42:15.807-03:00LOCO FEO<div style="margin: 1ex;"> <div> <p align="right"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:100%;" >Diego Zerba</span><br /></p> <p style="text-align: left;"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:130%;" >El loco feo cree en el poder, dicho de otra forma: no puede nada. </span><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:130%;" >Sigue el camino más sencillo para llegar a ningún lado. Vive en la oscuridad: no se rodea de </span><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:130%;" >personas sino de espejos. Convencido de la noche trata de convencer que es el día, fusionado a la confusión no la discierne de la claridad. El único esfuerzo que reclama es el de las palmas. ¿Hasta cuando elegiremos los callos y renunciaremos a la luz? ¿Hasta cuando le haremos creer que es un loco lindo?</span></p><p align="justify"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://www.artistaday.com/wp-content/zachjohnsen_798789789789.jpg"><img style="cursor: pointer; width: 335px; height: 222px;" src="http://www.artistaday.com/wp-content/zachjohnsen_798789789789.jpg" alt="" border="0" /></a></p> </div> </div>Unknownnoreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-89639856242052258272008-07-25T11:35:00.004-03:002008-08-05T17:24:48.727-03:00HABLADURÍAS<p class="MsoNormal" style="text-align: left;"><b style="">De la identidad institucional al comunismo del espíritu<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: center;" align="center"><b style=""><o:p> </o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: right;" align="right"><b style="">Diego Zerba<o:p></o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: justify;"><b style=""><o:p> </o:p></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: right;" align="right"><b style=""><i style="">A los amigos uruguayos que toman mate y piensan<o:p></o:p></i></b></p> <p class="MsoNormal" style="margin-left: 35.4pt; text-align: right;" align="right"><b style=""><i style=""><o:p> </o:p></i></b></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La referencia a Martín Heidegger, que le da título a este desarrollo, nunca tuvo tanta presencia social como la que ha logrado en nuestra época. Lo cual nos debe prevenir para no volver a lugares comunes por demás transitados, a saber, habladurías de habladurías sin comprender de lo que hablamos. Por eso –casi como una alerta- en el presente trabajo me ocuparé de definir al <i style="">habladuriante </i>como mutación del hablante. Para ello recurriré a algunas categorías de Heidegger, ubicándolas en el viraje que media entre sus trabajos Ser y tiempo (1927) y Tiempo y Ser (1962). Señalo inicialmente –para luego extenderme- que en dicho periplo, de una manera retrospectiva, puede apreciarse el giro que hace de la fundamentación de la metafísica al acontecer como el ser que se da. Como primera ampliación al respecto tomo su definición de giro, tal como se la expone a William Richardson en una carta que le escribe pocos meses antes de la conferencia Tiempo y Ser. Dice en dicha misiva: “<i style="">Cuando se tiene voluntad de repensar correspondientemente lo que ya se ha dicho sobre ello, en vez de poner en circulación continuamente afirmaciones sin fundamento”</i> (Heidegger, 1984: 5)<i style=""> </i><span style=";font-family:PalatinoLinotype-Roman;color:white;" ><span style=""> </span>cuando se tiene v<o:p></o:p></span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="font-family:PalatinoLinotype-Roman;">Partiendo de pensar la</span> mutación indicada, pretendo virar hacia la devastación de las prácticas que se corrobora cotidianamente. <span style=""> </span><i style=""><span style=""> </span></i><span style=""> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Comienzo con la siguiente cita de Ser y Tiempo:</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="">“La falta de base no cierra a las habladurías la entrada en la publicidad, sino que la favorece. Las habladurías son la posibilidad de comprenderlo todo sin previa apropiación de la cosa. Las habladurías preservan incluso del peligro en semejante apropiación. Las habladurías, con las que puede arramblar cualquiera, no solo desligan de la obligación de llegar a un genuino comprender, sino que desarrollan una indiferente comprensibilidad a la que nada le es ya cerrado”<b style=""> </b></i>(Heidegger, 1951: 188).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Un <i style="">habladuriante</i>, entonces,<i style=""> </i>es aquel que se preserva del peligro implicado en la apropiación de la cosa, reemplazando un genuino comprender por la indiferente comprensibilidad derivada de la pérdida de la responsabilidad en la palabra. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">¿Cuál es el peligro agazapado en la cosa, que torna tan intimidante a su apropiación? ¿Qué es un genuino comprender? </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Dice en 1951 respecto al primer interrogante: </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><i style="">“Lo terrible (Entsetzende) es aquello que saca a todo lo que es de su esencia primitiva. Se muestra y se oculta en el modo como todo es presente, a saber, en el hecho de que, a pesar de haber superado todas las distancias, la cercanía de aquello que es sigue estando ausente” </i>(Heidegger, 1994: 144).</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En la primera cita, Heidegger se refiere a que el habla no logra <i style="">“la primaria relación del ‘ser relativamente al ente de que se habla’” </i>(Heidegger, 1951: 187). Por entonces piensa el ser como la diferencia ontológica en la fundamentación del ente, pero deja de lado lo que es propio del ser, a saber, lo impensado. Mientras que en la conferencia Tiempo y Ser –treinta y cinco años después- reemplaza su preocupación centrada en el ser-fundamento del ente, por la búsqueda de la huella de lo impensado en lo pensado de la metafísica. Es decir que en el mismo desarrollo de su pensamiento se produce el viraje, que se presenta, como veremos a continuación,<span style=""> </span>con un paso atrás del ser que se da. Curiosa forma de donación, esta que se retrae y simultáneamente se devela en su rehusarse. O sea que el ser ilumina en su propio ausentarse. <i style=""><span style=""> </span><o:p></o:p></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">El catedrático colombiano Carlos Másmela traduce al español como acontecimiento apropiador, el intraducible <i style="">ereignis </i>acuñado por Heidegger. El acontecimiento apropiador orienta el retroceso tras el cual se dirige el pensar, tornándolo en lo más propio de sí. Así el pensar está lanzando a una búsqueda de la ausencia que no cesa de perder, como<span style=""> </span>Orfeo cuando intenta rescatar a Eurídices del Hades. Se trata de un rescate desahuciado de aquello que pueda lograse tener, para serle fiel a la verdad del ser que se oculta detrás de su luz. En esta senda Heidegger ubica su idea de pobreza separada de una oposición con la riqueza, a la que define como un voto que ha elegido lo simple. La pobreza, entonces, no se trata de la carencia que en la indigencia se aferra a la riqueza, perdiendo la brújula de acontecimiento apropiador.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p>Dando testimonio del viraje de su pensar, el 27 de Junio de 1945, Heidegger le habla sobre este particular a la Facultad de Filosofía de la Universidad de Friburgo, como cierre de un singular semestre de verano en la cantina del castillo de Wildenstein, mientras los aliados iban tomando posiciones en una Alemania rendida, y ninguno de los que allí estaban sabía cual iba a ser su destino. Le puso como epígrafe a su discurso (con tono de homilía) la siguiente cita de Johann Hölderlin: <i style="">“Entre nosotros, todo se concentra sobre lo espiritual, nos hemos vuelto pobres para llegar a ser ricos”.</i> En su despliegue abre una conversación que imprevistamente convoca a Carlos Marx, al decir que la pobreza no queda definida por la carencia de bienes que satisfagan necesidades apremiantes sino por la simpleza del origen. Mientras que lo apremiante de la necesidad instala la dialéctica del tener o no tener riqueza, lo simple de un comienzo libera al no servir para nada y estar desposeído de toda utilidad. Así funda una economía antihegeliana prescindiendo de la relación negativa con su opuesto, cuya condición es la pura afirmación. Semejante conversación sobre el fondo de las tropas francesas que comenzaban a ocupar los territorios próximos de Alsacia y Lorena, se vuelve intempestiva (en el sentido nietzscheano) al quedar concernido el Evangelio en el sentido más terrible: <i style="">aquello que saca todo lo que es de su esencia más primitiva. </i>El joven rico y pobre en su prisión de tener o no tener, no acepta el reto de volver a la simpleza del origen -dejándolo todo para comenzar el viraje- con el paso atrás del acontecimiento apropiador. </p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">La resonancia de la palabra se juega en lo desértico y terrible de un nosotros que vira en una comprensión indefectiblemente trunca. Por ese sesgo la pobreza también puede llamarse deseo de política -tomando una suscitante idea de Alejandro Lezama- y ubicárselo en el lugar de la condición del nosotros. Los hablantes que lo constituyen no escapan al paso atrás de lo impensado, como si lo hacen los <i style="">habladuriantes </i>en beneficio de la comprensibilidad<i style=""> </i>general de la comunicación. A cambio de entender, los <i style="">habladuriantes </i>se entienden; en reemplazo de un nosotros, solo alcanzan la identidad institucional en la que claudica el deseo de política. <span style=""> </span></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p></o:p>Paolo Virno rescata la referencia de Heidegger a la habladuría, para hablar sobre la industria de la comunicación. Ella no es un genuino comprender que llega al límite de lo impensado en lo pensado, sino que se trata del espectáculo de la comprensibilidad general sostenido en la <i style="">mass media.</i> Un hablar (o más bien un <i style="">habladuriar</i>) que no es más que su exposición pública sin otro valor que su capacidad de circular, haciendo rebosar a la telefonía celular y las computadoras. En la medida que domina la habladuría, las prácticas ceden el genuino comprender como apropiación de la cosa y con él la posibilidad de su lectura y balance. Es decir la puntuación de su gramática posibilitada por el paso atrás de lo impensado.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p> </p><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">En la pobreza de la cantina del castillo de Wildenstein, Heidegger da el punto clave del viraje saliendo de la red de habladurías que le daban identidad institucional con el <span style=""> </span>régimen nazi. Una red que encarna la maquinaria del <i style="">habladuriar</i> ponderada por Virno, testimoniando así acerca de una vigencia ominosa. Por otro sesgo Heidegger vira de la Germania en la que creía anudar su filiación con Hölderlin, para pensar esta última en la simpleza del origen de Occidente (no del pueblo alemán), a saber, el pensar poético que responsabiliza a la palabra en el ausentarse de la cosa. Paso atrás del que nos queda la afirmación del comunismo del espíritu: nietzscheano y evangélico.</p><br /><p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><b style="">Bibliografía</b><i style=""><o:p></o:p></i></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><o:p> </o:p></p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Heidegger, M. (1951): <i style="">El ser y el tiempo</i>, Buenos Aires, FCE de Argentina.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;"><span style="">Heidegger, M. (1984) Carta-prólogo a <i style="">Heidegger. Through Phenomenology to Thought</i>, de William Richardson, </span>Traducción de Pablo Oyarzun Robles, Edición electrónica de www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Heidegger, M. (1994): <i style="">La cosa </i>en Conferencias y artículos Tomo V, Barcelona, Serval.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Heidegger, M. (2006): <i style="">La pobreza </i>(con presentación de Philippe Lacoue – Labarthe), Buenos Aires, Amorrortu.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Másmela, C. (2000): <i style="">Martín Heidegger: El tiempo del Ser</i>, Madrid, Trotta.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Rodríguez García, R. (1991): <i style="">Heidegger y la crisis de la época moderna</i>, Madrid, Cincel.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Virno, P. (2003): <i style="">Gramática de la multitud</i>, Buenos Aires, Colihue.</p> <p class="MsoNormal" style="text-align: justify;">Zerba, D. (2007): <i style="">Aldea Panóptica. Ideas – Situaciones – Prácticas</i>, Buenos Aires, JVE.</p>Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-74130698858663632692008-02-15T15:06:00.000-02:002008-02-15T15:07:37.918-02:00UNA MENTE SIN RECUERDOS<em>¿La genética será el nuevo horóscopo?<br />Bruno Massare<br />Revista Ñ / Número 210 / sábado 6 – 10 - 07</em><br /><br />Hoy me propongo presentar el lugar metafísico que se le asigna a la biología genética, en tanto se la considera, dentro de la modernidad tardía, como la perfección última que explica todo lo relativo al mundo sensible que habitamos. Es decir que se trata del lugar que ocupaba el mundo inteligible en la concepción de Platón. Por lo tanto se impugna todo lo relacionado a lo que varía, sin pagar tributo a la forma perfecta y eterna que puebla el mundo inteligible. En esta metafísica contemporánea se trata del gen. O sea que no se admite nada que haga variar a lo natural (o la Physis, como llamaban los griegos a la naturaleza), que cambie el curso de lo determinado desde siempre, fuera de la dimensión del tiempo. Este platonismo biológico y su imperio en la cultura actual, impugna toda intervención del adulto que no se dirija por el camino preformativo de la genética. Comenzando por la seducción de un adulto en la erogeneización del cuerpo del bebé, indicada por Sigmund Freud; y continuando por su revés, las provisiones ambientales del hogar señaladas por Donald Winnicott. <br /><br />Según Freud, el niño se constituye en perverso polimorfo a partir de la seducción por un adulto. Detengámonos en la etimología griega del término polimorfo. En primer término polimorfo deriva de poli: múltiple, morphe: forma. A su vez morphe deriva de Morpheus: dios del sueño asociado a las apariencias engañosas. Es decir que la morphe es lo contrario a la Eidos de la que hablaba Platon, como la forma pura e inmutable de lo inteligible. La multiplicidad de las formas engañosas tampoco guarda continuidad con la Physis, que deriva de phyo: yo nazco, broto, crezco. Es decir lo establecido como necesario desde el nacimiento.<br />O sea que el polimorfismo corresponde a la multiplicidad de formas engañadoras, que la actividad humana en el mundo sensible puede producir. Es decir que el adulto seductor desvía de la noción de Physis como lo necesariamente determinado desde el nacimiento. Lo desvía a través de la actividad lúdica, transformando el curso necesario de la naturaleza en ficciones, formas falsas y aleatorias influenciadas por Morpheus.<br /><br />En los tiempos modernos tardíos, la genética se arroga haber terminado con la historia. Esto se advierte cuando no se le concede ningún lugar a toda otra transmisión que no sea la genética. Por ejemplo: la evidencia más significativa que se plantea para sostener el origen genético del autismo es el porcentaje de hermanos gemelos autistas que supera el 90 % de los casos. Esta evidencia queda relativizada si se contempla la posibilidad de otra transmisión, como lo es la historia familiar.<br /><br />En este contexto la psicología queda circunscripta al estudio de la mente, cuyas determinaciones son genéticas. De tal manera sobre la premisa de haber alcanzado los planos de la molécula, la mente es la organización de los procesamientos de información (como plantea Mario Carretero, entre los más divulgados) a la manera de un entorno informático instalado en el hardware, o una construcción de significados en la relación del hombre con la comunidad, como formula Jerome Bruner, dentro de una cultura sin malestar ya que su único limite y condición la da la biología.<br />Así a la vertiente de Michel Foucault podemos añadirle esta actualización: La metafísica biológica funda una biopolítica extrema, en la cual el único cuerpo concebible es el que responde dócilmente a las determinaciones biológicas, ya sea de modo directo o indirectamente a través de la mente. Planteado de ese modo, el niño autista no atraviesa una interrupción de la constitución subjetiva debido a la falla en la asistencia ambiental temprana, como podemos formular en una línea winnicottiana que toma la historia del niño (de sencilla verificación empírica, por cierto), sino que sufre de una limitación de su mente con una causalidad que en última instancia remite a un origen genético. En este marco se construye un niño cognitivo, al cual se puede acceder solamente por dos entradas:<br /><br />1. La satisfacción de sus necesidades biológicas.<br />2. El desarrollo de los proceso cognitivos albergados en su mente.<br /><br />Cualquier otro abordaje es la entrada por la ventana del abuso. Por eso las acusaciones de abuso en la escuela recaen generalmente sobre los docentes cuyas materias tienen que ver con el cuerpo del niño: sea música, sea educación física.<br /><br />Entonces…, quien se banca operar sobre el cuerpo del niño en los tiempos de la biopolítica extrema, en la que el poder se arroga haberse quedado con los planos de la vida. Quien tiene autoridad para juguetear cono el pequeño niño, sin sentirse amenazado por no tener la información sobre la teoría pedagógica más actualizada para tratarlo adecuadamente (actualidad sancionada exclusivamente por el maridaje entre psicología cognitiva y neurociencias), o quedar sospechado como un depravado abusador de la criatura simplemente por entrar en contacto con su cuerpo sin la finalidad de ejercerle un condicionamiento. De tal modo, por esta ruta, podemos colegir la siguiente conclusión: en tanto expropiados del cifrado de la molécula somos ignorantes radicales de la vida. Así la seducción que abría al niño a las formas engañosas que lo hacían un perverso polimorfo, queda impugnada por el primado omnipotente de la genética que ha ocupado el lugar del mundo inteligible de Platón. Ya no hay lugar para las formas engañosas de Morpheus; que hacen a un cuerpo erógeno como señalaba Freud. Es necesario que todo contacto con el cuerpo explicite que tipo de acción se va a lograr con el: por ejemplo estimular al bebe con un juguete para inducirlo a desplazarse. O en la rehabilitación de niños autistas, mostrarles tarjetas con diferentes colores para enviarle mensajes indicando las acciones que se esperan de él. Por eso todo contacto con el cuerpo del niño es potencialmente un abuso, sino se aclara previamente que objetivo se quiere alcanzar con dicha acción.<br /><br />A diferencia de la tabla rasa de John Watson, el niño cognitivo tiene una mente rasa sólo preparada para procesar información (siempre y cuando no esté fallado el disco rígido). En tal sentido cada uno de nosotros es un niño cognitivo, como muestra con cierta ironía la película Eterno despertar de una mente sin recuerdos (Michel Gondry, 2004). Recordemos de forma mínima su argumento: Cada integrante de una pareja decide borrar todos los recuerdos de esa relación, a través de un tratamiento que consiste en formatear sus respectivas mentes.<br /><br />Así llegamos a la perversión generalizada (si podemos llamarla así) de un niño sin edad, olvidado por la seducción. Un niño fijado a un rasgo que lo cristaliza en una clasificación (TGD, ADD, TOC, AP, etc.), y le permite evitar el caos general de la biopolítica extrema.<br />Cada uno de nosotros es tomado como una mente sin recuerdos, para lo cual deben quedar fuera de escena los cuerpos que no respondan a los cifrados de la genética o a los procesos cognitivos de la mente sin recuerdos. Cuando entraron en escena ocurrió el 19 y 20 de diciembre de 2001.<br /><br />Cierro con esta cita de Jean Baudrilliard a tono con lo expuesto:<br /><br />Habría mucho que decir sobre la objetividad de este código genético que sirve de prototipo de lo <<biológico>> a todo el universo combinatorio, aleatorio y lúdico que nos rodea. ¿Pues que es la <<biología>>? ¿Qué verdad encierra? O bien no encierra otra cosa que la verdad, es decir el tablero de mando del destino transformado en tablero de mando operacional. Tras nuestra pantalla de de telemando biológico, ya no hay juego, ni cosa alguna en juego, ni ilusión, ni puesta en escena: ya no queda otra cosa que hacer, salvo modularla, jugar con ella como se juega con las tonalidades o los timbres de una cadena estereofónica.<br /><br />Bibliografía<br /><br />Baudrilliard, J. (1986): De la seducción, Madrid, Cátedra.<br />Bruner, J. (2002): Acción, pensamiento y lenguaje, Madrid, Alianza.<br />Carretero, M. (1997): Introducción a la psicología cognitiva, Buenos Aires, Aiqué.<br />Corominas, J. (1973): Breve diccionario etimológico de la lengua castellana, Madrid, Gredos.<br />Foucault, M. (2007): Nacimiento de la biopolítica, México, FCE.<br />Freud, S. (1979): Tres ensayos sobre una teoría sexual en Obras Completas, tomo IX, Buenos Aires, Amorrortu.<br />Padilla, R. (2006): Psicología cognitiva. “Un nuevo paradigma” en Lecturas en psicología, María Teresa Lodieu (compiladora), Buenos Aires, Proyecto.<br />Winnicott, D. (1986): Realidad y juego, Barcelona, Gedisa.<br />Zerba, D. (2007): Aldea Panóptica. Ideas – Situaciones - Prácticas, Buenos Aires, JVE.Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-65817894371034476082007-11-27T02:23:00.000-03:002007-11-27T02:30:24.631-03:00EL ECO DE LA PALABRA<div><em>Hoy nos ocuparemos de las vicisitudes de la universalización del capitalismo que se produce en la modernidad, hasta llegar a lo que denominaremos modernidad terminal, con este único malestar en la cultura que nos toca desandar. Sin embargo no nos interesa tanto el camino sino lo encontrado: los cambios acaecidos en lo que Sigmund Freud llama el eco de la palabra.</em><br /><br />Comienzo con esta cita suya:<br /><br /></div><br /><blockquote>“Uno le cuenta al paciente sobre las posibilidades de otros conflictos<br />pulsionales y despierta su expectativa de que tales cosas podrían suceder<br />también en él. Ahora bien, uno espera que tal comunicación y advertencia tendrá<br />por resultado activar en el paciente uno de los conflictos indicados, en una<br />medida moderada, aunque suficiente para el tratamiento. Pero esta vez la<br />experiencia da una respuesta unívoca. El paciente escucha, si, la nueva, pero no<br />hay eco alguno. Acaso piense entre si: ‘Esto es muy interesante, pero no<br />registro nada de eso’. Uno ha aumentado el saber del paciente, sin alterar nada<br />más en él” (Freud, 1980: 236).<br /></blockquote><br /><div><br />En principio Freud separa la palabra con eco, de la palabra que abona un saber. Una palabra con eco remite a un origen, punto en el cual los estructuralistas que hegemonizaban el pensamiento europeo, entre los años 50 y 60, no coincidían con Freud. Entre ellos, Claude Levi – Strauss era el más renombrado. No tomaban muy en serio la suposición de la horda primitiva dominada por un padre celoso, que se quedaba con todas las mujeres y desterraba a los hijos. Como tampoco lo hacían con respecto a su fin: el asesinato del padre por parte de los hijos, y el nacimiento de la primera organización social, a saber, el clan fraterno que se prohíbe para si lo que antes imponía la autoridad del padre: el acceso a las mujeres deseadas.<br />En rigor la muerte del padre no es un fin sino el comienzo que abre la dimensión del tiempo: la obediencia retrospectiva de los hijos. No es ni una cuestión antropológica, ni sociológica, o en todo caso puede ser por añadidura cualquiera de ellas. En principio ubica en el principio una ausencia y su nostalgia como condición de la constitución subjetiva. Es decir que la función del padre no tiene que ver con el ADN, sino con un vacío en el principio. Un principio activo que no cesa de instituirnos. O para decirlo de otra manera, en términos freudianos, eso que era y en donde debemos advenir (aunque no podamos). Cada uno de nosotros, no todos nosotros, en la singular encrucijada que instituyó su origen.<br /><br />La modernidad necesitó olvidar (en términos heideggerianos) o reprimir (en termino freudianos) el comienzo. De lo contrario la celebración totémica del asesinato del padre, como plantea Freud en Tótem y Tabú, actualiza el tiempo circular en el que siempre se retorna al mismo punto de partida. De ese olvido o represión nace el tiempo lineal del progreso: el time is money. Nace la regulación utilitaria del tiempo y la propia concepción de la acumulación. No es lo mismo la fortuna de un amo que no posee los medios de producción y explota a su esclavo (o sea las herramientas de trabajo), o poseyéndolos necesita también de su saber para quedarse con el beneficio de su trabajo. Esto es lo que ocurría en la antigüedad. Con la universalización del capitalismo que acontece en la modernidad, su alcance llega al propio trabajo que se transforma en mercancía y nace la concepción de la acumulación que el amo antiguo practicaba de manera empírica a la manera del Tío Rico. No es el amo quien acumula sino un saber que se anticipa y que funciona como una maquinaria, el que regula la acumulación. Un saber que despoja por segunda vez al trabajador que ya había sido despojado de su trabajo. Un saber que calcula la money del time. De esa manera el trabajo convertido en mercancía produce la forma monetaria del trabajo social excedente que no vuelve al trabajador, a saber, la plus valía. Pero no solo eso, el propio trabajador se convierte en plus valía en tanto el saber que regula la producción se anticipa, calculando lo que deberá producir a futuro la fuerza de trabajo. Es decir que el saber se ha convertido en la herramienta que produce el futuro: el time como fábrica de la money. O sea que el saber se ha instituido en el principal medio de producción. Carlos Marx ubica en la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, la entropía que conduce a la pérdida de plus valía como límite último del capitalismo. Podemos agregar dentro de la lógica que elegimos de ampliar el concepto de plus valía: tanto la en lo que respecta a la forma monetaria del trabajo excedente, como así también a la potencia futura del trabajador que la producirá. </div><div> </div><img style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 390px; CURSOR: hand; HEIGHT: 203px; TEXT-ALIGN: center" height="181" alt="" src="http://www.laeditorialvirtual.com.ar/Pages/MartosDenes/LosDeicidas/Images/LaUltimaCena.jpg" border="0" />El capitalismo (conforme al axioma moderno de la universalización) ha establecido el universo de las mercancías. En principio adquirimos los bienes en el mercado, o sea que adquirimos valores de cambio. Es decir que el uso no determina el valor sino las leyes de mercado.<br />Por esta vertiente Giorgio Agamben plantea que el avance del capitalismo sigue con los objetos el curso que les da la religión: retirarlos de su uso específico y entregarlos para su adoración (como se aprecia con claridad en los santuarios). En este caso los santuarios son los escaparates de la vidriera que progresivamente son reemplazados por los portales en Internet. De esa manera el consumo no coincide con el uso del objeto, sino que por el contrario: el consumo es idéntico a su destrucción como cosa, que inhabilita al consumidor para hacer algo con él. Esto se advierte de forma patética en los niños transformados en consumidores, que compran juguetes para no jugar. Para sancionar con su consumo su destrucción para el uso.<br />Así llegamos a la modernidad terminal en la que el capitalismo ha resuelto sus crisis traumáticas originadas en la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, llegando a la universalización absoluta del mercado en la que el trabajador es reemplazado por un consumidor virtual que solo existe en un cálculo que se refleja a si mismo. De este modo el consumo nombra que no hay más implicancia de los cuerpos con una subjetividad. No hay nadie calculado desde el saber como medio de producción para que se satisfaga sus necesidades con una parte de su trabajo, como pensaba Marx, y que posteriormente Freud verificará en la clínica que no hay la necesidad sino demanda, desde que la primera experiencia del cachorro humano con el pecho deja algo más que la cancelación de la necesidad.<br />Actualmente los cuerpos humanos han quedado a la deriva. En este orden la plus valía sufre una mutación: no es la forma monetaria del excedente de trabajo, ni la potencia futura de la fuerza de trabajo; es la construcción que hace el saber como medio de producción emancipado de los cuerpos humanos. Dicho de otra forma, es la construcción que hace la industria financiera prescindiendo de los cuerpos de los trabajadores que antes la producía. Produce un presente perpetuo al que llaman tiempo real y sus crisis no son el resultado de la tendencia decreciente de la tasa de ganancia, como el traumático término de más que la vieja lógica capitalista no podía asimilar, sino de la irrupción de los cuerpos descartados en escena como ocurrió el 19 y 20 de diciembre.<br /><br />Así el saber como medio de producción queda mutado en información, que se reproduce idéntica a si misma como las metástasis del cáncer. De esta manera en tanto ya no hay cuerpos parlantes en los que anida un sujeto del lenguaje, los cuerpos descartados quedan como paredes perplejas en las que rebota la comunicación de la información que no los implica. Cuando existía el cuerpo parlante la palabra que evocaba el comienzo de un sujeto tenía eco en él. Esto es lo que verificaba Freud en la clínica como eco de la palabra. Hoy por hoy –en la modernidad terminal- ya no es así, y el eco del comienzo vuelve como la perplejidad de la catástrofe. Es la experiencia religiosa de la voz de Dios como trueno.<br /><br />Advertidos de esta situación, como cuerpos humanos descartados podemos pensar nuevos colectivos, saliendo al cruce de la información. Por ejemplo en la universidad donde la información le ha dado el nombre del alumno a un consumidor que ya no sabe hacer con los saberes, salvo reproducirlos como si fueran datos en las llamadas pruebas objetivas, sin tejer con ellos un pensamiento. Es decir que se trata de plantear otro comienzo luego de pasar por el primero. Construir colectivos de estudiantes para devolverle el eco a la palabra, y zafar de lo peor: el estado de perplejidad que nos deja ser sólo una mera pared para el rebote de la información.<br /><br /><strong>Bibliografía</strong><br /><br />Agamben, G. (2005): Profanaciones, Buenos Aires, Adriana Hidalgo.<br />Freud, S. (1980): Análisis terminable e interminable en Obras Completas Tomo XXIII, Buenos Aires, Amorrotu.<br />Freud, S. (1913): Tótem y Tabú, en Obras Completas Tomo XIII, Buenos Aires, Amorrotu.<br />Heidegger, M. (2006): Aportes a la filosofía. Acerca del evento, Buenos Aires, Biblioteca internacional M. Heidegger - Biblos<br />Zerba, D. (2007): Aldea Panóptica. Ideas – Situaciones – Prácticas, Buenos Aires, JVE.Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-30779150529985087522007-11-08T23:48:00.000-03:002007-11-08T23:50:09.523-03:00REFLEXIONES SOBRE EL PADRE ABUSADORMe propongo presentar en la reunión de hoy la siguiente hipótesis: <strong><em>La regla fundamental de la prohibición del incesto puede cesar como instituyente de la cultura, produciendo efectos catastróficos.<br /></em></strong>Una segunda hipótesis derivada de la anterior es la siguiente: <strong><em>Los efectos catastróficos no son del orden del abuso. <br /><br /></em></strong>De tal manera voy a tocar clásicos debates, como los que protagonizaron Claude Levi Strauss con los culturalistas, o el que mantuvieron Michel Foucault con Noam Chomsky en Eindhoven (Holanda) durante 1971. No tanto con una intención epistemológica o filosófica en general, sino para poner a prueba las hipótesis señaladas en un plano clínico.<br /><br />Si ponemos los efectos catastróficos a cuenta de un poder materno, debemos colegir que concluye aboliendo la propia función materna. En ese sentido no sería la contra cara del padre abusador, o padre seductor como lo nombra Sigmund Freud en sus escritos prepsicoanalíticos, sino la interrupción del estado de cultura. Llamo catastróficos a los efectos producidos por esa interrupción. En el transcurso de esta exposición ubicaré la función del padre seductor como transgresión, del lado de la modernidad temprana, y, en otro orden, los efectos catastróficos de la interrupción de la regla fundamental como propios de la modernidad terminal que habitamos<br /><br />Cuando Levi – Strauss formula la prohibición del incesto afirma que tiene de la naturaleza ser universal y de la cultura ser un regla, ergo, se trata de la regla fundamental. Por eso dice: “la distinción entre estado de naturaleza y estado de sociedad a falta de una significación histórica aceptable, tiene un valor lógico… (Levi-Strauss, : 35). De esta manera sostiene: “La cuestión no es, pues, saber si existen grupos que permiten matrimonios que otros excluyen, sino más bien si hay grupos en los que no se prohíben tipo alguno de matrimonio” (Levi – Strauss, : 42). Así refuta a los antropólogos culturalistas, como Margaret Mead, que buscan verificar si la prohibición del incesto que, según Freud, deriva de la universalidad del complejo de Edipo, esta en todas las culturas. De esa manera no quiere decir que debido a que ciertas culturas autorizan el casamiento entre hermanos no contemplan la prohibición del inceso, sino que, al revés, tiene que haber otra prohibida como la de la madre con el hijo, para que la unión entre hermanos sea una unión posible. O sea que alguna relación tiene que estar prohibida para que otras sean posibles. Esto tampoco quiere decir que las prohibiciones devenidas de esta prohibición de base no sean transgredidas, es más, la prohibición precipita el deseo más allá de ella. Abriendo el juego a Jacques Lacan, podemos decir que la prohibición supone una excepción como condición de la regla: uno debe de faltar en la serie para que la serie sea posible. En términos lacanianos se trata del padre real; volviendo a Freud es el padre de la horda asesinado por los hijos el que tiene que faltar para que haya clan fraterno. De esa manera comienza la historia, quedando en la prehistoria el lugar de quien por faltar en la historia hace posible su anudamiento. Cuando la prohibición del incesto entra en suspenso, entra simultáneamente en suspenso la excepción de quien queda fuera de la cuenta. Es decir que la propia función paterna queda en suspenso, más allá del buen señor que es llamado papá (como puede ser Homero Simpson). Entre otras manifestaciones esto se aprecia en la evidencia de un poder materno haciendo estragos, como se advierte, por ejemplo, en la enorme cantidad de divorcios contradictorios en los que la mujer le inicia juicio por abuso contra los hijos al ex-marido sin ninguna evidencia sólida. Pero en definitiva lo que se revela hurgando en la condición catastrófica es no que hay ni padre ni madre, sino que cualquiera colisiona o está con cualquiera. En Estados Unidos cualquiera… puede llegar a ser un extraterrestre, como aparece en la gran cantidad de denuncias y organizaciones de víctimas que dicen haber sido abducidas y abusadas por alienígenas<br /><br />En la modernidad temprana el padre “jefe de familia” era la figura por antonomasia de quien impostaba el lugar de la excepción, haciendo posible tanto la ley como la posibilidad de su trasgresión. Entonces es posible que un adulto seductor haya abusado del sujeto como causa de una histeria, pero lo que es necesario para que la historia anude (en este caso la historia individual de un sujeto) es que alguien ocupe ese lugar de abuso en la estructura, o sea la excepción que queda fuera de ella. Alguien que interviene dentro de la historia como si estuviera más allá de ella, en la prehistoria. Es exactamente la regresión como inversión de la identificación, a la que Freud hace referencia en Psicología de las masas y análisis del Yo. <br /> <br />En sus trabajos pre-psicoanalíticos, la seducción de un adulto fue tomada por Sigmund Freud como factor etiológico de la neurosis. Refiriéndose a la histeria decía por aquel entonces:<br /><br />“La histeria se insinúa cada vez más como consecuencia de una perversión del seductor; y la herencia, cada vez más, como seducción por el padre. Así se dilucida una alternancia de generaciones:<br />1ª generación: perversión.<br />2ª generación: histeria, que luego se vuelve esterilidad<br />(…)El ataque de vértigo, el espasmo de llanto, todo ello cuenta con el otro, pero las más de las veces con aquel otro prehistórico inolvidable a quien ninguno posterior iguala ya” (Freud, 1982 (a): 279).<br /><br />Katharina, uno de los historiales de los Estudios sobre la histeria, puede orientarnos para ubicar clínicamente el misterioso otro prehistórico. Recordémoslo mínimamente.<br />Freud se hallaba de vacaciones por los alpes orientales, cuando al registrarse en una hostería lo aborda una hija o pariente de la posadera. Le cuenta que está enferma de los nervios y le relata los siguientes síntomas: “Me falta el aire; no siempre pero muchas veces me agarra que creo que me ahogaré” (Freud, 1978: 141). Amplía diciendo que en esa circunstancia: “veo un rostro horripilante; me mira tan espantosamente; yo le tengo miedo” (Freud, 1978: 142). Ante la requisitoria de Freud le cuenta que sufre de estos ataques desde hace dos años sin poder agregar nada más, a lo cual este le añade: “Sí usted no lo sabe, yo le diré de donde creo que le han venido sus ataque. En algún momento, dos años atrás, usted ha visto o escuchado algo que la embarazó mucho, que preferiría no haber visto” (Freud, 1978: 143). Para hacerla corta: a partir de ese momento le cuenta que encontró a su prima Francisca con su tío, y que le contó a su tía que “se entienden”, razón por la cual ellos se separaron.<br />En primer término relata que cierta vez atiende a unos pasajeros que llegaron con ganas de comer y Francisca –quien se ocupaba de la cocina- no estaba. Su primo le dice que está con el tío en el cuarto. Katharina “no sospecha nada” y va con el primo a buscarlo. Se encuentran con la puerta trabada y a instancias del primo (que no se animaba a espiar) mira por la ventana y ve al tío encima de Francisca. Entonces Freud le pregunta: “Dígame usted, señorita; la cabeza que siempre ve cuando le falta el aire, ¿no será la cabeza de Francisca, como usted la vio entonces?”<br />“Oh, no (responde Katharina); no era tan horripilante, y además es sin duda la cabeza de un hombre”<br />“¿O quizá la de su tío?” (pregunta Freud)<br />“No he visto su rostro tan nítido, estaba demasiado oscuro el dormitorio; y, ¿Por qué habría puesto en ese momento una cara tan espantosa?” (contesta Katharina).<br />“Tiene razón” (concede Freud)… “¿Y que sucedió después” (vuelve a inquirir).<br />“Pues que los dos han de haber escuchado ruido. Enseguida salieron. Yo estuve muy mal todo el tiempo, no podía dejar de pensar y pensar; dos días después fue domingo, hubo mucho que hacer, trabajé el día entero, y el lunes por la mañana sentí de nuevo mareo y vomité y permanecí en cama, y vuelta y vuelta a los vómitos durante tres días” (Freud, 1978: 144).<br />Freud en una movida conceptual le da al síntoma el carácter de escritura figural. Por ese sesgo le dice a Katharina que el vómito es la traducción del asco.<br />“Si, asqueada tengo que haber estado, dice pensativa. Pero, “¿de que?” (Freud, 1978: 145)<br /><br />Por este curso Freud llega a una escena en la que el tío se acuesta a lado de ella y la apoya, de lo cual colige “terminando por ella su confesión”: “Ahora ya se lo que se le pasó por la cabeza cuando miró dentro del dormitorio. Usted ha pensado: ‘Ahora hace con ella lo que aquella noche y otras veces, quería hacer conmigo” (Freud, 1978: 147).<br /><br />Tiempo después Freud le confiesa a su amigo Fliess: “ya no creo en mi neurótica” (Freud, 1982 (b), 301). Pero esta certeza no decide si la neurótica experimento o no la escena de seducción, sino que la propia condición de la prehistoria hace posible la escena de seducción más allá de la facticidad del suceso. Es decir, alguien puede impostar al fuera de la serie por que ese lugar es necesario para que advenga la serie de los barrados por la castración (con sus respectivas historias).<br /><br />Otra cosa diferente es cuando cesa la prohibición del incesto (según el planteo de Levi – Strauss) y su vínculo consustancial con la necesidad de uno fuera de la serie, para que anude la historia del mal estar en la cultura y las historias de los neuróticos con el correspondiente mal estar conforme a sus singulares maneras de gozar. Por supuesto que esto no quiere decir un retorno al estado de naturaleza, ni algún modo de pensar cierta experiencia humana precultural. Sencillamente hay una interrupción de la experiencia humana en una suerte de pasaje al acto sostenido perdurablemente. Esta es su fórmula, la de la catástrofe: cualquiera contra cualquiera. A cambio de la familia hay un galpón afilial: es decir que nadie abusa de nadie porque ni siquiera nadie puede impostarse en el lugar de la excepción, sino que hay una suspensión lisa y llana del orden de filiaciones. Traigo como ejemplo la siguiente situación con la que trabaja un hogar para niños y adolescentes en el Gran Buenos Aires, que superviso.<br /><br />Es una familia (que no es una familia en el sentido riguroso que le damos) en la que conviven un grupo de adultos (padre, madre, y tío paterno) con varios niños y adolescentes que en principio son hijos del matrimonio. Por una circunstancia de prolongada inasistencia escolar interviene la trabajadora social de la escuela a la que concurren los chicos, que luego deriva en la denuncia de abuso por parte del tío que hace la hija mayor al juzgado de menores, y posteriormente en la intervención del hogar. En principio la hija mayor que tiene un bebe, sería el resultado de la violación del tío. Posteriormente el hogar puede colegir que tampoco era lo que parecía al comienzo, sino que los niños menores son el resultado de la violaciones del padre (ya no del tío) a las hijas mayores. Uno de los aspectos más notorios es que los nombres de papa y mamá son inestables: cualquiera de los adultos o de los chicos más grandes son llamados de ese modo. Como digresión podemos pensar: el proceso de destitución simbólica de las instituciones que lleva, por ejemplo, a que cualquiera pueda ser nombrado en cualquier partido político, alcanza su punto más radical en las estructuras de parentesco. En nuestro caso a la madre la llaman generalmente por su nombre de pila, y el supuesto nieto llama al abuelo papá. Pero no hay historias de violencia, sino que esta surge imprevistamente sin ninguna causa. Un día uno de los hijos mayores corto la cara de Nélida (su mamá) porque se despertó nervioso.<br />Josefa de 15 años (que vive en el hogar) no sufre de ataques histéricos, sino que permanentemente está instigando directamente a los varones (no seduciendo) para tener relaciones sexuales. No se cubre los pechos para descubrir sigilosamente algo de ellos, intempestivamente puede pelar una teta esté quien esté en ese momento. Jonathan de 8 años tuvo distintos intentos de suicidios saliendo al cruce en la ruta, en una de esas ocasiones quedó con graves fracturas.<br />La mayoría de ellos (en especial los más grandes), no obstante, quieren vivir en ese galpón afilial. <br />La orientación general, en consenso con el juzgado, es persuadir con potencia aunque sin coerción a que vayan a vivir al hogar. En los casos que sean factibles se trata que los niños más pequeños ingresen a un programa de acogimiento familiar en nuevas familias. Pero a diferencia de lo que pueda presuponerse, no se alienta a que dejen de ver a los padres, sino a que en cualquiera de estas situaciones (viviendo en el hogar sea en forma estable o transitoria, o en el programa de acogimiento familiar) puedan anudar una historia con ellos en donde solo imperaba el galpón afilial. Por ejemplo hasta se hizo un brindis con este hombre para el día del padre, tratando de tramar un lazo social en donde no existía.<br />.<br /> Hay torrentes de casos como este en la modernidad terminal. El modo de intervenir que propongo es sembrar la cultura en donde el capitalismo salvaje va dejando el desierto social. Todo depende de nosotros… cuando la catástrofe ni siquiera ha dejado la posibilidad del abuso.<br /><br />BIBLIOGRAFÍA<br /><br />Freud, S. (1978): Estudios sobre la histeria en Obras Completas Tomo II, Buenos Aires, Amorrortu.<br />Freud, S. (1982) (a): Carta 52 en Obras Completas Tomo1, Buenos Aires Amorrortu.<br />Freud, S. (1982) (b): Carta 69 Ídem.Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-37515894419004722722007-10-28T12:46:00.000-03:002007-10-28T12:48:38.180-03:00PÁNICO Y LOCURA EN LA ESCUELA (pt. 3)<strong>3.</strong> Conclusiones<br />Emmanuel Levinas, pensador contemporáneo de la alteridad, escribe: “El rabí Eliezer descubrió que la fuente del mal se halla en la INSTITUCIÓN DE LA TABERNA. El café es la casa abierta a la calle, lugar de sociedad fácil, sin responsabilidad mutua. Se entra sin necesidad, se sienta sin fatiga, se bebe sin sed. El café es un no lugar para una no sociedad, sociedad sin compromiso, sin solidaridad. El café casa de juegos, es el punto donde el juego entra en la vida y la disuelve. Sociedad sin ayer ni mañana…distracción….disolución” (Levinas, 1991).<br />¿Podemos pensar la escuela tal como plantea Levinas la institución taberna? ¿Una escuela a la que los chicos entran sin necesidad porque el mundo cibernético les brinda más información que los docentes? ¿Es una escuela donde los niños se sientan sin fatiga porque no está bien visto la producción de ideas novedosas que superen el saber de los maestros?<br />Infinitas preguntas nos llevan a repensar las prácticas docentes, en el horizonte de una subjetividad que se transforma al ritmo inexorable que le imprime el Otro. Porque es un hecho, el Otro cambia y cambia con él, necesariamente, las formas que adopta el malestar. La escuela lo anida en el corazón implotado del sueño sarmientino, con la reconversión del saber supuesto al ciudadano del futuro en información que se multiplica en tiempo real para nadie. No hay formación a futuro, porque al ser reemplazado el ciudadano por el consumidor (definido por la pura actualidad del consumo) se asiste con perplejidad a esta situación: la información no anuda en los cuerpos de los alumnos y estos se convierten solamente en una cifra para los cálculos de la gestión. Mientras tanto sus cuerpos quedan almacenados en la escuela - galpón, para obligarlos a que duerman cobijados por el sueño americano aunque ahora con la obligada colaboración de los psicofármacos. <br />El Otro nombra lo irruptivo del niño como “brote”, “locura”, “ADD”, “hiperkinético”, “psicótico”, “TGD”, nombres que la ciencia ofrece al servicio de clasificaciones diagnósticas en pos del orden y control. Ambos quieren saldar sus deudas consigo mismo, como Otro loco que se instituye en tanto puro reflejo de sí a la manera del catálogo de los catálogos que no se contienen a sí mismo, haciendo de la paradoja de Bertrand Russell la experiencia de la modernidad tardía. De ese modo no cesa de instituir un sujeto pero en el momento de su abolición, a saber, el pasaje al acto (“¡¡chupate está trompada, maestra del orto!! ¡¡¡después querés ganar más y ni siquiera sabés tratar a mi hijo l!!”).<br />Cuando el sujeto no irrumpe en su evanescencia postrera, el diccionario de palabras claves se despliega sin implicar subjetivamente a nadie. Los docentes utilizan estas palabras claves y ante un “brote” solicitan “estrategias”, “técnicas de abordaje” para operar en el “campo de batalla”.<br />Freud en Más allá del Principio del Placer nos enseña que ante grandes volúmenes hipertróficos de energía se rompe la barrera antiestímulo del aparato psíquico, por lo tanto plantea que no hay palabra que pueda nombrar este real….solo evidenciamos como respuesta la angustia.<br />El desarrollo de la ciencia conmociona al Otro, lo fragmenta, o hace vacilar en su función protectora frente a ese real. Un real descarnado ante el cual el sujeto queda expuesto en un sinsentido intramitable.<br />¿Seremos capaces de re-inventar la escuela a fin de que el niño pueda entrar a la taberna - escuela por necesidad de saberes, ansias de trabajo y sed de aprender? ¿Tendrá otro comienzo al modo del Cafetín de Buenos Aires (2)<a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=6526405144764432789#_ftn1" name="_ftnref1">[1]</a> --“mezcla milagrosa de sabihondos y suicidas”- en la que el estudiante horade con su carencia a la información y restituya el erotismo al saber aunque más no sea con una “poesía cruel”?<br /><br /><strong>Bibliografía</strong><br />Corea, C. – Lewkowicz, I. (2004): Pedagogía del aburrido, Buenos Aires, Paidós.<br />Freud, S. (1979): Más allá del Principio del placer, en Obras completas Tomo XVIII, Buenos Aires, Amorrortu.<br />Heidegger, M. (2006): Aportes a la Filosofía. Acerca del Evento, Buenos Aires, Biblioteca Internacional Martín Heidegger - Biblos.<br />Levinas, E. (1991): Entre nosotros. Ensayos para pensar en otro, Valencia, Pre – textos.<br />Lewkowicz, I. (2004): Pensar sin Estado, Buenos Aires, Paidós.<br />Thompson, I. (2006): Miedo y asco en Las Vegas, Madrid, Anagrama.<br />Zerba, D. (2005): La estructuración subjetiva, Buenos Aires, JVE<br />Zerba, D (2007): Aldea Panóptica, Buenos Aires, JVE.<br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=6526405144764432789#_ftnref1" name="_ftn1">[1]</a> Tango de Enrique S. Discépolo y Mariano Mores.Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-10435770414133101242007-10-18T17:46:00.000-03:002007-10-18T17:50:33.225-03:00Panico y Locura en la Escuela (pt. 2)<strong>2.</strong> Experiencias Escolares<br /><br /><strong>2.1.</strong> Palabras Claves<br />Resulta notable el uso hegemónico en la escuela de ciertas palabras claves. Una que tiene valor de comodín significante es “se brotó”. Por ejemplo se escucha: “Pablito se brotó”, “¿sabés? … esa madre chiflada… se brotó”, “¡ojo! la directora se brotó”. Podría significar algo tanto para la dermatología como para la psiquiatría, sino fuera porque sin ciudadanos del futuro la escuela asume el vocabulario psiquiátrico intentando ordenar el caos, que alternativamente le deja paso al militar cuando el caos se vuelve experiencia aguda: campo de batalla, trinchera, estrategias. Un apotegma para esta situación puede ser: No hay variables para fundar el mañana, hay un presente catastrófico que no cesa de colapsar. Buscando salir de la locura se va derechito a ella, sustituyendo categorías de evaluación de rendimientos: excelente, distinguido, etc., por la proliferación de siglas diagnósticas que deja el Manual DSM: ADD, TOC, TGD, etc. Así arribamos a un discurso telegráfico que olvida el sentido. Pero no te brotes…, los genes y las proteínas supuestos por la psiquiatría detrás de sus siglas no reemplazan el principio en el verbo.<br /><br /><strong>2.2.</strong> Relación docente-alumno.<br />Los docentes de segundo grado de una escuela primaria solicitan un “diagnóstico”del niño M, quien presenta problemas de adaptación al ámbito escolar.<br />Sus docentes en entrevistas dicen: “no podemos con M”, “no para de hablar”, “se tira al piso”, “no hace las tareas”. El niño es derivado al Gabinete Central de la Ciudad de Buenos Aires, a fin de determinar el diagnóstico y la modalidad educativa adecuada. El informe del gabinete considera que M es un niño inteligente con problemas emocionales, y deberá ser acompañado por una Maestra Psicóloga Orientadora (MPO) en la escuela común.<br />En un espacio de trabajo individual, M le comenta a la MPO que su maestra de grado le dijo: “si seguís portándote así llamo a la policía, a mi también me pegaban cuando era chica, no tengo la culpa de que a vos te peguen”. Preguntándole al niño que piensa de lo que dice su maestra, le contesta: “está loca”.<br />El gabinete de referencia trabaja con los docentes y la dirección de la escuela los siguientes puntos:<br />· relación docente-alumno<br />· representaciones de docentes y alumnos.<br />· responsabilidades de los adultos.<br />· trabajo en equipo<br />· coherencia en el discurso<br />La MPO recrea la escena escolar, junto a los docentes, con las frases que los niños reciben de ellos, por ejemplo: “no servís para nada”, “así no vas a llegar a<br />nada”, “en mi época había respeto”, “la madre está loca”, “a mi me pegaban cuando era chica”. Un ejercicio de pensamiento para lograr otra consistencia colectiva, cuando la estructura del Estado no cesa de despertar de su sueño. <br />Así los docentes en un espacio de reflexión escuchan sus propios dichos y surgen propuestas de ellos mismos, muy novedosas y creativas, aliviando el padecer subjetivo. Un modo de recuperar el tiempo a partir de la escucha, un ejercicio de la coherencia a cambio de la declamatoria acerca de su extravío.<br /><br /><strong>2.3.</strong> Parte a la policía<br />En un distrito del interior del país se crea un servicio educativo de trastornos emocionales severos (TES), para niños con “problemas de conducta”. Enviado un técnico del nivel central para llevar adelante un trabajo de tutoría, se encuentra con que ninguno de esos niños presenta detenimiento de la estructuración subjetiva (como corresponde a la especialidad), sino que han llegado con diagnóstico de ADD rubricado por un facultativo de una localidad vecina. El momento central de la visita fue una reunión con representantes de distintos niveles educativos, con la presencia de la máxima autoridad educativa local, en la que se analizó el caso de un adolescente de 13 años que trascurre la jornada escolar entre el servicio de TES y la escuela común. El problema radicaba en que cuando tenía que estar en la escuela especial, ingresaba sin autorización a la escuela común sin que nadie pudiera impedirlo. Ante las intervenciones del visitante para que tomen este ingreso subrepticio como demanda a los adultos, la autoridad escolar discrepa y plantea dar parte a la policía para evitar su entrada no autorizada. Había comenzado la larga marcha de este muchacho, preñada de amenazas aunque acompañada por el técnico, para lograr su vuelta plena a la escuela común de la que lo querían expulsar definitivamente.<br /><br /><strong>2.4.</strong> Niño con TES en escuela común<br />R es un alumno de quinto grado de nivel primario que se tapa el rostro con gorro y bufanda, como defensa de supuestos ataques, mientras pronuncia: “ellos me miran mal”, “me molestan”, “yo soy ninja”. ¿Qué hacer con estas frases fuera de discurso dentro de una escuela común? Frente a esta actitud sus compañeros comienzan a temer por sus reacciones, ya que en algunas oportunidades estalla de ira gritando: “los chicos me odian”, “yo los odio”.<br />El Gabinete Central orienta un cambio de modalidad educativa a un Centro Educativo para Niños con Trastornos Emocionales Severos (CENTES). Sus padres no aceptan el cambio de escuela diciendo: “vamos a llamar a los medios”, “nos vamos a encadenar”, “ustedes discriminan”. Ante esta dificultad el Gabinete Central decide que R sea acompañado por una MPO dentro de la escuela común. Simultáneamente la MPO trabaja con los padres, los docentes, y la dirección de la escuela en reuniones pautadas de manera sistemática, haciendo posible que los primeros se ubiquen con respecto a la situación del niño. Advertidos de ella logran pensar la escuela como sitio de socialización, y tomar distancia de la escuela - galpón (1)<a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=6526405144764432789#_ftn1" name="_ftnref1">[1]</a> en la que ha devenido el otrora altar sarmientino de la igualdad de oportunidades. Luego de ser persuadidos los padres y posicionado en un espacio individual, R escribe historias, construye muñecos y armaduras junto a la MPO, quien se ofrece más allá de las pautas convencionales escolares.<br /><br /><strong>2.5.</strong> Preguntas que no cesan de formularse.<br />En cada consulta que se les hace, los docentes expresan su malestar de manera reiterada. Nos queremos detener en sus expresiones, a las que ya hicimos referencias llamándolas palabra claves. Sorprende –como anticipamos líneas atrás- el rápido desplazamiento a un contexto bélico para resolver conflictos. Por ejemplo “los maestros estamos en la trinchera”, “el gabinete nos debe dar tácticas y estrategias”, “los profesionales son ustedes”, etc.<br />En estas expresiones subyace un malestar que pretende delimitar dos bandos en lucha: ¿podría pensarse padres versus escuela?; y si así fuera ¿por qué luchan?, ¿cual es el motivo de esa guerra?, ¿…será el niño? Entonces ¿cómo sorprenderse ante la respuesta agresiva de cada niño que percibe ser botín de guerra? Y al mismo tiempo ¿cómo hacer para revertir esta forma de ingresar al lugar de socialización culturalmente instituido para cada niño?<br />Los padres esperan de un niño que sea un alumno: significante socialmente aceptado para los que transitan la franja etaria entre 6 y 14 años. Los docentes también esperan otro tanto, pero los niños ¿qué entienden de ese modelo? No entienden acerca de un ámbito llamado a formar los ciudadanos del mañana, cuando el mercado absoluto los ha mutado en consumidores o expulsados sociales. ¿Qué hacer –entonces- en una Escuela que se preocupa solamente por la gestión, sin niños que se correspondan prácticamente con los alumnos? ¿Habrá que declararles la guerra para que declinen toda lucidez en homenaje al sueño sarmientito definitivamente desvelado?<br />Tal vez empezar a pensar en una escuela - galpón permita deconstruir esta representación de campo de batalla y darle otro sentido a ese lugar de transmisión de cultura y conocimiento que es la escuela. Como señalan Cristina Corea e Ignacio Lewkowicz: configurar una nueva situación que permita transformar en lugar al recinto es tarea de los agentes que intervienen allí (Corea – Lewkowicz, 2004).<br />Podemos pensar la intervención del MPO como la función que habilita un lugar y que reordena el discurso imperante, para recibir y no almacenar a esos “niños problemas”, para facilitar que el docente se instale como transmisor de cultura y no en calidad de soldado en una guerra no declarada aunque de gran eficacia discursiva. Este proyecto pretende facilitar la inclusión descubriendo en el uno a uno las posibilidades de cada niño, y permitir que encuentre el mejor lugar para el aprendizaje posible. Pero, ¿qué aprendizaje?, entendemos como tal desde el aprender a estar con otro, al lado de un semejante sin que produzca el desborde tan temido, hasta la transmisión de un contenido sistemático que implique un sujeto. Pero ¿quien puede implicarse cuando el saber abandona el tiempo de la subjetividad, para proliferar como información en tiempo real?<br /><br /><br /><a title="" style="mso-footnote-id: ftn1" href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=6526405144764432789#_ftnref1" name="_ftn1">[1]</a> Escuela - galpón es una categoría establecida por Cristina Corea e Ignacio Lewkowicz para designar a la escuela actual, en el punto que pierde la especificidad de las prácticas y se torna en un lugar de almacenamiento de cuerpos. Describen que es “un recinto a cuya materialidad no le suponemos dignidad simbólica” (Corea – Lewkowicz, 2004).Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com54tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-47303899655223671252007-09-27T22:29:00.001-03:002007-09-27T22:31:19.481-03:00PÁNICO Y LOCURA EN LA ESCUELA (pt. 1)<p><strong>PÁNICO Y LOCURA EN LA ESCUELA</strong><br /><em>VIAJE SALVAJE AL CORAZÓN DEL SUEÑO SARMIENTINO</em></p><p><br /><em>"En una ciudad llena de locos auténticos,<br />nadie percibe siquiera a un loco del ácido."</em><br /><strong>Hunter S. Thompson</strong></p><p><br />María Teresa Vercesi<br /> Miriam Calabrese<br /> Diego Zerba<br /><br /><strong>Introducción</strong><br />Hunter Thompson en su novela Fear and Loathing in Las Vegas, muestra de manera patética el colapso del sueño americano. Fundando de modo exclusivo en el éxito económico, este sueño se vuelve la pesadilla de la posesión a cualquier costo, que termina demandando un despertar a la altura de su desmesura. Parafraseando las palabras que le endilgan a Cornelio Saavedra a sazón de la muerte de Mariano Moreno: “Hacía falta tanta droga para despertar de tanto sueño”.<br />Este trabajo parte de la homología entre sueño y mito, y ubica la inflexión moderna del olvido (en el sentido de Martín Heidegger) del despertar. Mientras la fiesta ancestral lo practicaba con el sacrificio totémico, dando lugar al eterno comienzo del tiempo circular, el tiempo lineal de la modernidad lo deja de lado en los términos indicados y hoy asistimos a su retorno. Esa es la explicación del colapso que experimenta este sueño, que otrora iluminara “el viejo mundo” y también diera lugar al equívoco del país de la plata, a saber, Argentina. Domingo Sarmiento sumido en ese mal entendido, confundió águilas con termitas en su anhelo de que Argentina siguiera el modelo de USA, promoviendo la metodología de Thompson para incluir las provincias del interior en el mismo. <br />Por su parte el sitio del despertar es la escuela, en la que tiempo atrás estaban llamados a formarse los ciudadanos del futuro, conforme al principio de “igualdad de oportunidades”. Hoy ante el acoso del despertar que deja sin un más adelante para seguir soñando, se constituye en la genuina Las Vegas del pánico y la locura.<br />En el desarrollo de este trabajo leeremos distintas experiencias escolares -con el despertador de la modernidad en la oreja- que no permiten seguir soñando en las aulas.</p>Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-70904350651073896102007-09-12T13:37:00.000-03:002007-09-13T23:58:20.151-03:00Así perecen los simios cretensesDesolado, el simio cretense entra en el palacio de Minos presto a perderse. Alguien le dijo hace mucho tiempo que es más fácil escapar si uno no sabe por donde va.<br />Rodeado de pasillos, el simio cretense se resguarda en el hipnótico resplandor de su ídolo: el gran dispensador de rayos catódicos.<br />La tensión es débil, hace frió, y quizás este a punto de llover. –Quizás- El simio lo intuya. Nada se asemeja más a una certeza que un cielo gris.<br /><br /><span style="font-style: italic;">Una mente seca se desquebraja mas fácilmente; las grietas absorben las primeras gotas, las pupilas del simio se abren poco a poco.</span><br /><br /><span style="font-style: italic;">Al atardecer,</span><br /><span style="font-style: italic;">un enrome sol muerto empieza a arder.</span><br /><span style="font-style: italic;">Luz roja</span><br /><span style="font-style: italic;">que quema la piel.</span><br /><br />En lo que queda del otoño, el simio cretense aprenderá a cazar y cultivar su propio alimento. Luego sabrá que existe un dios a su medida y olvidara al falso ídolo; conocerá la fe verdadera y podrá odiar libremente. Su vida quedara justificada muchas veces, y otras tantas sentirá vergüenza de si mismo.<br /><br />Con la primavera querrá conocer el mediterráneo, salir al mundo y olvidar el palacio, pero para ese entonces ya es demasiado tarde. Confundiéndolo con una criatura mitológica, un ambicioso joven ateniense le dará muerte entre las silenciosas paredes de un living bien decorado. Y el mar, tranquilo, se mostrara indiferente.Unknownnoreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-20874893069825605242007-09-07T13:27:00.000-03:002007-09-07T13:32:24.334-03:00CANCIÓN PARA NADIE<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://atorredemarfim.apostos.com/mercedes_sosa_323x431.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer; width: 320px;" src="http://atorredemarfim.apostos.com/mercedes_sosa_323x431.jpg" alt="" border="0" /></a><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:130%;" >Todas las voces, todas… Todas las voces, todas… callan. …O quizás alguna pregunta… “¿escuchaste ese grito?”. </span> <p align="justify"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:130%;" >Todas las manos, todas…. Todas las manos, todas… Sueltan y dejan caer. Te abandonan a tu suerte, sin siquiera mirar como se empequeñece tú figura en el abismo.</span></p> <p align="justify"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:130%;" >Toda la sangre puede ser… Venas abiertas en América Latina.</span></p> <p align="justify"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:130%;" >Canta conmigo, canta… hermano vacío. Dame tu abrazo solitario, sin voces, sin manos, y sin sangre.</span></p>Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-21012966912509322442007-08-20T18:36:00.000-03:002007-08-24T19:54:34.167-03:00INFIERNO<div style="text-align: left; font-family: arial;"><span style=";font-size:100%;" >Hay que lucir joven y atractivo</span></div> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Se debe trabajar sin preguntar por las razones.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >No le digas nada ¿no ves que es así?</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >No te metas, no vas a cambiar nada.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Lo escuché en radio pasillo, no le cuentes a nadie.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Hay que votar por el mal menor.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Hacete amigo del puntero.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Van a quedar pocos.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >¿Cuando vas a madurar?</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Estoy esperando que cambies.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Si no te gusta, ya sabés.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Las cosas son como son.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Ya es tarde para todo.</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >Lo que se viene es…</span><br /></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >¡¡Goza!! Grita el superyo,</span></p> <p style="font-family: arial;" align="justify"><span style=";font-size:100%;" >haciéndonos creer que el infierno llegará después</span></p> <p align="justify"><span style=";font-family:Times New Roman;font-size:100%;" ><span style="font-family: arial;">sí renunciamos a su amor.</span> </span></p>Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-53559637777127482472007-08-12T16:20:00.000-03:002007-08-12T16:21:10.247-03:00ESTÁ CIENTÍFICAMENTE COMPROBADO…<p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Está científicamente comprobado que el actimel refuerza las defensas naturales.</span><br /></p> <p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Está científicamente comprobado que a los niños con ADD hay que medicarlos.</span><br /></p> <p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Está científicamente comprobado el origen genético del autismo.</span><br /></p> <p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Está científicamente comprobado que el moco desciende de la nariz.</span><br /></p> <p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">Está científicamente comprobado que yo no existo...</span><br /></p> <span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">…Gracias a Dios existimos nosotros.</span>Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-36827423868221708052007-08-06T16:47:00.000-03:002007-08-06T17:12:42.099-03:00BREVE PLEGARIA<div style="margin: 1ex;"> <div> <p align="center"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;"><b>BREVE PLEGARIA PARA EL FIN DE LOS TIEMPOS</b></span><br /></p> <p align="justify"><span style="font-family:Times New Roman;font-size:100%;">El último ya apagó la luz y el fin es demasiado breve para seguir revolcándonos en él. No hay grupo electrógeno, ni linterna, ni farol, sólo las estrellas si miraras hacia arriba. Padre Celestial: retira la gravedad de nuestros ojos para que abandonen la huella de gusanos.</span></p><p style="text-align: center;"><a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_rRbj1OLbLEk/RreAlH4dvmI/AAAAAAAAABU/VdlDDMbQqfM/s1600-h/blackpray.jpg"><img style="cursor: pointer;" src="http://3.bp.blogspot.com/_rRbj1OLbLEk/RreAlH4dvmI/AAAAAAAAABU/VdlDDMbQqfM/s320/blackpray.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5095682878652399202" border="0" /></a></p> </div> </div>Diego Zerbahttp://www.blogger.com/profile/04819021069775593290noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6526405144764432789.post-81916212333439941452007-07-27T00:12:00.000-03:002007-07-27T13:39:56.874-03:00La Foto<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="http://3.bp.blogspot.com/_e4054ljEbGo/RqljS6B0SbI/AAAAAAAAADQ/2Fv5ypsdVVE/s1600-h/buenos_aires__sunny_sunset__by_fReAkYfReAkYfRaNk.jpg"><img style="margin: 0pt 10px 10px 0pt; float: left; cursor: pointer;" src="http://3.bp.blogspot.com/_e4054ljEbGo/RqljS6B0SbI/AAAAAAAAADQ/2Fv5ypsdVVE/s320/buenos_aires__sunny_sunset__by_fReAkYfReAkYfRaNk.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5091710030184729010" border="0" /></a>Sale de su habitación en la pensión. Son las 5 de la tarde y el sol va decayendo. <p class="MsoNormal">Camina por las calles, al parecer, sin rumbo fijo. </p> <p class="MsoNormal">Es un hombre delgado, consumido por una vida de ascetismo y austeridad. No tiene mucho dinero, si alguien lo conociera no sabría de donde lo saca; si no hiciera tanto frió, ni fuera tan incomodo, dormiría en las veredas amparado por la indiferencia de la ciudad.</p> <p class="MsoNormal">Pasa por un puesto de flores y pregunta cuanto cuesta un clavel. Una mujer piadosa le responde: nada, maestro, llévese el que más le guste. A su lado hay una banqueta y sobre ella una radio ladra las fáciles e incansables verdades de un periodista de derecha. </p> <p class="MsoNormal">El hombre antes de volver a su refugio pasa por un mercadito y compra una bolsa de arroz. Ya en la pensión, deposita la flor en un alargado vasito con agua. Junto al vaso una foto desteñida: una morocha sonríe en ella; el<span style=""> </span>acomoda su esqueleto en una silla, mira la fotografía detenidamente -no tiene nada mejor que hacer- y recuerda esa sonrisa… ya desteñida hasta ser una sombra de la que una vez retrató con su flamante cámara nueva. Y lo ojos -¡que ojos!- mirándolo hambrientos y satisfechos a la vez, han quedado reducidos a la huella de un ayer lejano, ensuciando desde su parquedad fotográfica la pureza de un recuerdo a veces embellecido por el tiempo y las penurias cotidianas de la vida. Ahora el recuerdo gira alrededor de la foto como una luna gira alrededor de un planeta.</p> <p class="MsoNormal">El hombre se levanta desengañado, va a la cocina de la pensión, pone el agua a calentar, deja la bolsa de arroz sobre la mesada y vuelve a sentarse en una silla que andaba por ahí, quedándose inmediatamente dormido.</p>Unknownnoreply@blogger.com1