
Dante miró al fantasma y finalmente preguntó:
- ¿Así se siente la muerte?
- Áspera e indolora, si –contesto el espectro-. Así se siente.
Su cuerpo se fue volviendo cada vez más denso, y comprendió, quizás demasiado rápido, que estaría en esas blancas estepas durante mucho tiempo.
En la tierra de los vivos alguien escribió: “Ante nosotros tenemos un mundo de aburridos parásitos que se han librado, incluso, de la necesidad de pensar, convirtiéndose en seres parasitarios de las maquinas, pervertidos por ‘una ociosidad extraordinaria’, condenados a la degeneración y degradados al nivel de un grupo reunido de delincuentes, narcómanos, incapaces, idiotas e inválidos.”
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